Londres, Inglaterra.
Jayne Rand de 49 años, es considerada como la ladrona de carteras más importante de Gran Bretaña. En tres años hurtó 900 bolsos de diseñador, con una operación casi ridícula: se las colgaba del hombro, aparentaba que eran suyas y salía como 'Pedro por su casa', sin ser detenida, d ivulga El Universal de México.
Ella tiene que pagar una condena para que devuelva de inmediato la módica suma de 200 mil dólares que obtuvo por vender algunos de los bolsos de diseñador que robaba de las tiendas de la manera más descarada.
Gucci, Radley y Ted Baker eran algunas de sus marcas favoritas, según reportes de los portales locales, quienes aseguran que los vendía a través de eBay, de donde se rastreó que obtuvo cerca de 200 mil dólares, cantidad que debe entregar a las autoridades para no ir a la cárcel.
La mujer, madre de dos hijos, comenzó la travesía en 2009, cuando el negocio familiar que comandaba su marido comenzó a tener dificultades.
Actualmente está bajo arresto domiciliario y, tras recibir el veredicto, tiene seis meses para devolver el dinero o irá dos años a prisión.
Del total de 905 bolsos que admitió robar, vendió 838, acto que su esposo e hijas dijeron desconocer. Su abogado también la defendió, argumentando que ella ya no podía distinguir entre el bien y el mal, por ayudar económicamente a su familia.
Jayne Rand de 49 años, es considerada como la ladrona de carteras más importante de Gran Bretaña. En tres años hurtó 900 bolsos de diseñador, con una operación casi ridícula: se las colgaba del hombro, aparentaba que eran suyas y salía como 'Pedro por su casa', sin ser detenida, d ivulga El Universal de México.
Ella tiene que pagar una condena para que devuelva de inmediato la módica suma de 200 mil dólares que obtuvo por vender algunos de los bolsos de diseñador que robaba de las tiendas de la manera más descarada.
Gucci, Radley y Ted Baker eran algunas de sus marcas favoritas, según reportes de los portales locales, quienes aseguran que los vendía a través de eBay, de donde se rastreó que obtuvo cerca de 200 mil dólares, cantidad que debe entregar a las autoridades para no ir a la cárcel.
La mujer, madre de dos hijos, comenzó la travesía en 2009, cuando el negocio familiar que comandaba su marido comenzó a tener dificultades.
Actualmente está bajo arresto domiciliario y, tras recibir el veredicto, tiene seis meses para devolver el dinero o irá dos años a prisión.
Del total de 905 bolsos que admitió robar, vendió 838, acto que su esposo e hijas dijeron desconocer. Su abogado también la defendió, argumentando que ella ya no podía distinguir entre el bien y el mal, por ayudar económicamente a su familia.
