Santa Catarina, Brasil
Al menos 42 personas murieron este sábado cuando el autobús en el que viajaban falló al tomar una curva y cayó 400 metros por un despeñadero en el estado de Santa Catarina, al sur de Brasil.
El balance de fallecidos, que fue aumentando paulatinamente, es aún preliminar y podría ser mayor explicó a la AFP Claudio Thomas, director de prensa del gobierno de Santa Catarina.
Entre los hierros retorcidos del vehículo que quedaron en medio de una espesa vegetación, los bomberos sacaban a las víctimas del accidente registrado en una carretera peligrosa, llena de curvas, en el municipio de Campo Alegre (región de Joinville), a 171 km de Florianópolis, la capital del estado.
Varias ambulancias fueron enviadas al lugar y un helicóptero sobrevuela la zona para apoyar las tareas de rescate, informó el gobierno regional.
Doce personas fueron rescatadas con vida y llevadas a hospitales cercanos. Entre ellos había cuatro niños, pero tres de ellos fallecieron, informó Thomas quien dijo que las tareas de rescate continuan.
'Hay personas en el monte, en el bus y atrapadas en el hierro. Los chances de que encontremos alguien con vida son mínimos', dijo más temprano el coronel Nelson Coelho, de la policía del estado, en un comunicado.
Curva peligrosa
El autobús, de una empresa de turismo, cubría la ruta entre Uniao da Vitoria (en el estado vecino de Paraná, sur) y Guaratuba, en el litoral de Santa Catarina.
Según las primeras versiones de testigos el conductor habría perdido el control del bus en una curva en descenso en esta peligrosa carretera, aunque las autoridades aún no determinaron las causas del accidente.
El número de personas abordo hasta ahora no fue precisado, pero las autoridades creen que habían más pasajeros que los 50 informados en la lista oficial.
No hay información por el momento de que algún extranjero estuviera abordo.
El vehículo cayó cerca de un mirador en la sierra Dona Francisca, una parada común para los turistas.
Según la prensa local, varios conductores pararon en la carretera para tratar de asistir a las víctimas mientras llegaban las autoridades.
Unos 40 policías militares, 30 bomberos y otra treintena de funcionarios de salud y policías civiles se trasladaron rápidamente al lugar, pero la topografía y la falta de iluminación (el incidente se registró entrando la noche) complicaron las labores de rescate.
