Las empresas de servicios públicos en Nueva York y Nueva Jersey suministraron ayer electricidad a 8.5 millones de clientes que la perdieron hace dos semanas a causa del huracán Sandy; aunque decenas de miles de viviendas y negocios sufrieron tales daños que continuarán sin electricidad.
La falta de electricidad fue especialmente irritante en Long Island, donde unas 300 personas protestaron el fin de semana frente a las oficinas de la empresa Long Island Power Authority. Unos 130,000 de sus clientes seguían sin electricidad ayer, dijo la compañía.
“Estamos en una casa con frío. Nadie acude a ayudar”, dijo John Mangin, en Levittown, Nueva York.
Otra de las zonas más afectadas fue Nueva Jersey, donde sus residentes recibieron ayuda de Luisiana, de las víctimas del huracán Katrina en 2005, que enviaron toneladas de bienes en un tren que llegó el sábado, dijo la organizadora Donna O’Daniels.
Las filas para adquirir gasolina en Nueva York siguieron siendo largas tras el racionamiento del combustible. En Nueva Jersey, el racionamiento estatal continuó en 12 de los 21 condados del estado. Los daños fueron calculados en 50,000 millones de dólares, por lo que Sandy es la segunda tormenta más cara en la historia de EUA.