El presidente venezolano, Nicolás Maduro, resistió este martes un alzamiento militar liderado por el opositor Juan Guaidó, quien sin embargo prometió intensificar el miércoles la presión para desalojarlo del poder.
Maduro apareció en la noche con el alto mando militar y su equipo de gobierno para felicitar a la Fuerza Armada por la 'derrota del pequeño grupo que pretendió llenar de violencia' a Venezuela 'en la escaramuza golpista'.
Previamente, tras varias horas sin pronunciarse, Guaidó llamó a la Fuerza Armada a 'seguir avanzando en la operación libertad', su plan para que Maduro 'cese la usurpación'.
'Mañana primero de mayo continuamos (...). A lo largo y ancho de Venezuela estaremos en las calles', dijo Guaidó, reconocido como presidente interino por medio centenar de países, en un video que difundió en redes sociales.
Aunque la rebelión no quebró el respaldo del alto mando al gobierno socialista, el jefe parlamentario subrayó que evidenció fracturas.
'Demostramos que hay soldados dispuestos a defender la Constitución, y quedan muchos más', afirmó Guaidó, quien consideró que 'Maduro no tiene el respaldo de la Fuerza Armada'.
El opositor ya enfrenta procesos penales por haberse adjudicado las funciones presidenciales, pero Estados Unidos ha advertido que su detención sería el 'último error de la dictadura'.
El alzamiento fue acompañado por manifestaciones en todo el país que según una ONG de derechos humanos dejaron un fallecido en el estado Aragua (norte).
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Una multitud de chavistas, en tanto, cantó 'victoria popular' frente al palacio presidencial de Miraflores, donde realizaban una vigilia, como también lo hacían manifestantes opositores en las inmediaciones de la capitalina base aérea de La Carlota.
Según John Bolton, asesor de seguridad nacional estadounidense, Padrino, el presidente la suprema corte, Maikel Moreno, y el jefe de la guardia presidencial, Iván Hernández, se habían comprometido a apoyar su 'derrocamiento'.
'Tenía un avión en la pista, estaba listo para irse esta mañana, por lo que sabemos, y los rusos le dijeron que debería quedarse', dijo el secretario de Estado, Mike Pompeo, a CNN, indicando que el mandatario planeaba huir a La Habana.
Guaidó reafirmó esa versión, pero Maduro la desmintió: 'Hasta dónde llega la falta de seriedad, la insensatez, la locura, la mentira', dijo refiriéndose a Pompeo.
La Casa Blanca, que no descarta una acción armada, reiteró que todas las opciones están sobre la mesa.
El jefe del Parlamento apareció junto con Leopoldo López, su copartidario quien dijo haber sido 'liberado' de la prisión domiciliaria por los militares que apoyan a Guaidó.
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Guaidó anunció el inicio de la rebelión la madrugada del martes en La Carlota, en un video grabado junto a un pequeño grupo de militares y López, quien afirmó haber sido liberado por los uniformados de su prisión domiciliaria.
Se ignora cuántos efectivos se sublevaron, mientras el opositor llamaba a la 'calle sin retorno'.
La ONG de derechos humanos Provea denunció la muerte de un manifestante en el estado Aragua (norte).
El epicentro de las protestas fue Caracas. Miles de opositores se concentraron en los alrededores de La Carlota, donde comenzaron disturbios que dejaron unos 69 heridos, según servicios médicos locales.
Una nutrida marcha intentó dirigirse al centro, donde está Miraflores, pero fue repelida con gases lacrimógenos y perdigones, observó la AFP.
Maduro reportó cinco militares y tres policías heridos.
Durante la jornada, Guaidó recorrió distintos puntos de la ciudad junto con los insurrectos y López, detenido en 2014 y quien cumplía desde 2017 -en arresto domiciliario- una condena de casi 14 años por 'incitación a la violencia'.
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