03/12/2025
07:36 PM

'Los indocumentados traen enfermedades a EUA': Antiinmigrantes en Murrieta

Apacible Murrieta, en alerta ante llegada de indocumentados a Estados Unidos.

Murrieta, California, Estados Unidos.

'¡No nos iremos de aquí!', 'si no los detenemos, nos vamos a convertir en un país tercermundista', avisa este lunes Greg Allison sobre la llegada de indocumentados centroamericanos a la tranquila localidad de Murrieta, en el suroeste de Estados Unidos.

Un centenar de manifestantes vigila los alrededores del centro de detención de la Guardia Fronteriza, después de que el martes pasado una protesta impidiera el acceso a tres buses con 140 personas, entre ellos niños, llegados de Texas (sur), por donde habían cruzado la frontera desde México.

La mayoría lleva pancartas que rezan frases como 'Acuérdense de (los atentados del) 11 de septiembre de 2001 y de (el ataque contra el consulado estadounidense de) Bengasi (Libia)', '¿Dónde está el dinero para nuestros veteranos?' o 'Queremos una barrera, no una reforma' migratoria. Mientras, varias decenas de personas cantan el himno nacional.

Allison, que está desempleado, señala con enfado que el gobierno de Barack Obama 'descarga aquí los inmigrantes ilegales'.

'Ya que estamos, ¿por qué no acogemos a todos los niños oprimidos de Sudán, Ucrania o China?', se pregunta.

Cerca, Dan Russell, de 71 años, denuncia que Estados Unidos tiene 'una gran frontera abierta' con México. '¡Todo el mundo puede pasar', se queja este jubilado, que viste una camiseta patriótica con un águila de mirada amenazante.

Su principal miedo son las infecciones que estas personas, que en gran mayoría huyen de la violencia y la pobreza de sus países, puedan transmitir a la población local. 'Traen enfermedades del tercer mundo', apunta citando 'informaciones sobre casos de polio o de gripe H1N1'.

'Deberían haber sido puestos en cuarentena al llegar a Texas', resalta Russell, quien por tercera vez en una semana se ha desplazado desde San Diego a Murrieta para asegurarse de que los indocumentados no entrarán en el centro de detención.



- 'Estos niños trabajarán duro' -

En el último mes se ha registrado un auge de la llegada de personas que cruzan la frontera de forma clandestina, sobre todo menores de edad sin acompañantes.

Desde el pasado mes de octubre más de 52.000 niños han sido detenidos, lo que ha provocado una crisis política y humanitaria que el gobierno de Obama intenta gestionar, sin el apoyo de la oposición republicana.

El secretario de Seguridad Interior, Jeh Johnson, reiteró el domingo que el gobierno pondrá freno a la entrada de menores, al tiempo que agilizará las deportaciones.

Este lunes el gobierno guatemalteco anunció que Johnson viajará a ese país para tratar el tema, acompañado por el jefe del Comando Sur del Ejército estadounidense, John Kelly, y consejero del Departamento de Estado, Thomas Shannon.

En Murrieta, mientras tanto, la policía comienza a desalojar las barreras instaladas para contener a los manifestantes.

'Esta mañana recibimos unas informaciones de la Guardia Fronteriza, según las cuales podía llegar un autobús, pero luego supimos que se fue a San Ysidro', cerca de San Diego, donde hay otro centro de detención, explica el jefe policial Dennis Vrooman.

A diferencia de la concentración pacífica del lunes, varias personas fueron detenidas el fin de semana por desorden público, como Miguel Hernández, quien defiende a los indocumentados.

Ataviado con la camiseta de la selección de México, este joven de 20 años alega ser 'de aquí (Estados Unidos)' y que apoya la llegada de sin papeles porque 'los torturan en sus países'.

Hernández rechaza el racismo demostrado por los manifestantes. 'Para ellos la piel oscura es sinónimo de peligro. En cuanto reciban educación, estos niños trabajarán duro. ¡La gente no entiende!', clama.