Los diez presuntos espías rusos deportados de EEUU llegaron hoy a Moscú desde Austria, donde fueron canjeados por cuatro ciudadanos rusos que cumplían condena por trabajar para los servicios secretos estadounidenses.
El avión Yak-42 procedente de Viena y perteneciente al Ministerio de Situaciones de Emergencia de Rusia aterrizó en el aeropuerto Domodédovo de la capital rusa a las 17.50 hora local (13.50 GMT), informaron fuentes citadas por la agencia Interfax.
El mayor intercambio de espías entre Moscú y Washington desde el fin de la Guerra Fría tuvo lugar hoy directamente en el aeropuerto de Viena, tras varios días de consultas entre diplomáticos y servicios secretos rusos y estadounidenses.
Los diez rusos detenidos en EEUU hace dos semanas han aceptado un trato con la justicia por el que la víspera se reconocieron culpables de actividades ilegales, aunque no de espionaje, a cambio de su inmediata deportación a Rusia.
Por su parte, Moscú entregó a tres oficiales de sus servicios secretos y a un científico que cumplían condena por espiar para Washington y a los que el presidente ruso, Dmitri Medvédev, indultó la víspera para hacer posible el intercambio.
Medios rusos informaron de que el avión que recogió en Viena a los cuatro rusos puestos en libertad por Moscú aterrizó en el Reino Unido, en una base aérea británica.
El Ministerio ruso de Asuntos Exteriores declaró que el acuerdo con EUA para el canje de espías fue posible gracias a la actual mejora de las relaciones entre el Kremlin y la Casa Blanca.
Tanto Moscú como Washington deseaban cerrar cuanto antes ese embarazoso caso de espionaje, que ensombrece la nueva etapa de sus relaciones bilaterales y podría torpedear la ratificación en EUA del nuevo tratado de desarme nuclear.
EUA acuerda con Moscú canje por los espías
Estados Unidos llegó a un acuerdo con Moscú para canjear los supuestos espías rusos por cuatro personas que permanecen encarceladas en Rusia por haber trabajado aparentemente para agencias de inteligencia occidentales.
Así consta en una carta que el Departamento de Justicia envió a la jueza de Nueva York Kimba M. Wood, encargada del caso de las diez personas que fueron detenidas hace dos semanas en suelo estadounidense, y que ayer se declararon culpables de espiar para Rusia.
Tras recibir su declaración de culpabilidad, el Departamento de Justicia ordenó la deportación inmediata de los diez acusados. La fiscalía dijo en Nueva York que las autoridades quieren proceder a la expulsión “en 72 horas”.
El acuerdo que han suscrito los dos Gobiernos parte de la declaración de culpabilidad de los detenidos. Una vez cumplido este requisito, dice el Departamento de Justicia, Rusia se compromete a liberar a cuatro “prisioneros rusos”. La carta no da a conocer los nombres de estos prisioneros, pero dice que todos ellos están cumpliendo penas de cárcel en Rusia.
Tres fueron acusados de “traición”, al haber trabajado como espías para potencias extranjeras, y algunos se encuentran en un estado de salud muy delicado, dice el Departamento de Justicia.
Investigaciones
También asegura que algunos de los encarcelados fueron militares rusos o que trabajaban para el Gobierno de Rusia o de la antigua Unión Soviética.
Ahora estos prisioneros quedarán libres y podrán salir del país con sus familias. El contenido de este acuerdo se dio a conocer coincidiendo con la comparecencia de los diez acusados de ser espías rusos ante la jueza federal Kimba M. Wood, del Distrito Sur de Nueva York. En la vista, cada uno de los diez detenidos se declaró culpable del cargo de conspiración, al haber trabajado como agentes para un Gobierno extranjero dentro de los EUA sin haberlo notificado oficialmente.