Uno de los activistas más sanguinarios de la historia de ETA, José Ignacio de Juana Chaos, fue puesto en libertad ayer, después de pasar poco más de 20 años en prisión por 25 asesinatos, suscitando la indignación de las víctimas de la organización independentista armada vasca.
De Juana Chaos salió de la cárcel de Aranjuez, cerca de Madrid, a pie y acompañado por dos abogados y su esposa, Irati Aranzábal.
Por un azar del calendario, su liberación tuvo lugar 40 años después del primer asesinato planificado de ETA, que mató a balazos a un policía franquista el 2 de agosto de 1968.
Su liberación, precedida de un ambiente sumamente tenso, provocó la indignación de las asociaciones de víctimas del terrorismo, que la calificaron de 'insulto a la justicia y de afrenta a las víctimas de ETA' y lamentaron que saliera de prisión sin haber siquiera cumplido un año de cárcel por cada una de las víctimas que le fueron atribuidas.
La liberación impuesta por el Tribunal Supremo de España en 2007 por amenazas ha sido rechazada por amplios sectores de la sociedad española.
Varias decenas de militantes independentistas vascos se reunieron en San Sebastián, País Vasco, para expresar su apoyo a De Juana Chaos y pedir la liberación de los demás etarras presos.
De Juana Chaos, que jamás manifestó el menor arrepentimiento, había sido condenado a 3 mil años de cárcel por 25 asesinatos.
'Sólo puedo tener una opinión: se tiene que respetar la ley', pero 'este individuo, a todos los ciudadanos y, por supuesto, al presidente del gobierno, le genera una sensación perfectamente entendible de desprecio', declaró el viernes el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
De Juana Chaos realizó dos huelgas de hambre, en 2006 y en 2007, para protestar contra una condena suplementaria a tres años de cárcel -por haber escrito artículos de tono virulento en el diario independentista Gara-, cuando iba a ser liberado. En marzo de 2007, después de varios meses de ayuno, el gobierno socialista le acordó un régimen de semilibertad por temor de que su eventual deceso en prisión lo convirtiese en un 'mártir' de los independentistas vascos.
Leyes
José Ignacio de Juana Chaos pasó poco más de 20 años preso, diez menos que el máximo efectivo previsto por la ley española, gracias a la remisión de condenas.