La nieve que cayó en grandes copos ayer en Roma rápidamente recubrió la ciudad para el júbilo de turistas y romanos que capturaban el excepcional hecho en sus cámaras fotográficas.
Desde el Coliseo hasta la Fuente de Trevi, pasando por las escaleras de la Plaza de España, un manto blanco de varios centímetros recubría los monumentos más visitados, en una escena “jamás vista” por los romanos.
Turistas y locales observaban con interés y diversión el fenómeno y muy pronto muchos en encontraron en medio de batallas con bolas de nieve. La nevada, anunciada por las previsiones meteorológicas, ocasionó algunos problemas de circulación terrestre y aérea. El aeropuerto de Ciampino fue cerrado por un lapso indeterminado, debido a la falta de visibilidad. Sin embargo, la medida no tuvo grandes consecuencias porque no había ningún vuelo previsto para esas horas, indicó la agencia de noticias aeroporturaria Telenews.