San José, Costa Rica.
Disminuir la pobreza, fomentar la igualdad social y una reforma tributaria para paliar el déficit fiscal de 5.4 % del producto interno bruto (PIB) serán algunos de los principales retos del presidente electo de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, una vez que asuma funciones mañana.
Reducir la pobreza y desigualdad social es, según analistas, encaminar de nuevo a Costa Rica por el rumbo que fue costumbre durante muchas décadas en las que las políticas establecidas lograban resultados de distribución de riqueza, desarrollo social y una equidad mayor.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) indican que la pobreza afecta al 20.7% de los hogares del país, es decir, cerca de 1.1 millones de personas de un total de 4.7 millones de habitantes.
La pobreza extrema se encuentra en el 6% de los hogares costarricenses.
Además, el desempleo en las familias en situación de pobreza alcanza el 23% y en los de extrema pobreza 38%, mientras en los que no son pobres se ubica en apenas 5.7%.
Medidas contra el desempleo
Como soluciones, Solís ha propuesto implementar una política de generación de empleos y articular los numerosos programas sociales que se encuentran “dispersos” y que actualmente fallan en su objetivo. El analista político Claudio Alpízar dijo a Efe que la “idea del Presidente electo tiene mucha lógica”, pero agregó que “una cosa es decir y otra ejecutarlas”.
“El empleo es un tema preocupante no solo porque es fundamental para disminuir la pobreza, sino que también es un eje transversal hacia el mayor crecimiento económico. Los programas de subsidios han funcionado a tontas y a locas, y al final es más lo que invertimos en aspectos administrativos que en la focalización del problema”, aseveró Alpízar.
Solís ha dicho que una reforma fiscal “integral” es “una necesidad” para distribuir mejor la riqueza y paliar el déficit del 5.4% del PIB con el que cerró 2013. Su propuesta indica que en los dos primeros años buscará ganarse la confianza de la población mediante un esfuerzo en la recaudación, el combate a la evasión, la eficacia en el gasto y una revisión de las exenciones fiscales existentes.
La economista Roxana Morales manifestó que el Presidente electo va a “aplanar el terreno” para después ingresar con la reforma fiscal, cuyo tiempo de negociación y discusión en la Asamblea Legislativa es incierto y podría tardar años.
Otro de los retos que deberá enfrentar Solís cuando reciba la cinta presidencial es posicionar de nuevo a Costa Rica a nivel latinoamericano como un país influyente y ejemplar al no tener Ejército. Efe/AFP