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La escuela de la Patagonia donde los cóndores aprenden a volar

  • 17 febrero 2022 /

Este lugar rescata cóndores en extremo riesgo para brindarles atención y luego retornarlo a su habitad.

Parque Nacional Patagonia (Chile).

Pumalín fue encontrado moribundo y con signos de enfriamiento cuando aún era un bebé en el parque nacional del sur de Chile con el que comparte nombre. Se cree que se cayó del nido durante una voraz tormenta.

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Desde entonces, su familia ha sido Liquiñe, una cóndor hembra que también fue hallada en pésimas condiciones, pero esta vez en la zona central del país. Ambos han vivido meses en cautiverio mientras se recuperaban y aprendían algo que no consiguieron de pequeños: volar.

“Perder un cóndor es dramático. La especie es vulnerable y podría pasar pronto a estar en peligro de extinción”, alertó a Efe Cristián Saucedo, director de Vida Silvestre en la Fundación Rewilding Chile.

EL EMBLEMA DE LOS ANDES

Pumalín y Liñaque pasaron la primera etapa de la rehabilitación en un centro para rapaces en Santiago y luego fueron trasladados a una gran jaula en el corazón de la Patagonia chilena.

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Allí se acostumbraron a los vientos y las temperaturas patagónicas, aprendieron a desmembrar cadáveres de guanacos e incluso fueron visitados por otros cóndores, que se posaban durante horas en el techo de la jaula.

El cóndor, la especie emblemática de Los Andes, “es muy social y gregario y su supervivencia depende de su capacidad para interactuar con sus pares. Necesitan al grupo para encontrar rutas de vuelo o lugares para descansar”, explicó Saucedo.

El pasado fin de semana, sus cuidadores decidieron que había llegado el momento de “volar del nido”. Habían alcanzado el peso preciso (entre 8 y 10 kilogramos), medían cerca de 2,7 metros de envergadura, su plumaje estaba en buenas condiciones y mostraban miedo a los humanos, señal de que no estaban domesticados.

En medio de la estepa, cerca de la frontera con Argentina y con el pico San Lorenzo de fondo, se abrieron las puertas de la jaula. Contra todo pronóstico, Liquiñe fue la primera en salir. Pumalín, en cambio, estuvo un rato dudando.

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“Este era el segundo intento para ella. La liberamos hace unos meses, pero tuvimos que rescatarla al poco tiempo porque no se acostumbraba a vivir en libertad”, aseguró a Efe Dominique Durán, directora de Proyecto Manku, que junto a Rewilding y Fundación Meri son los responsables de este proyecto para conservar cóndores iniciado en 2021.