San Bernardino, California, Estados Unidos.
Las autoridades federales allanaron la residencia de Enrique Márquez, un hombre de origen hispano del que el FBI tiene indicios de que habría adquirido los fusiles de asalto usados en el ataque en San Bernardino.
Además era el único del vecindario que se relacionaba de forma cercana con el atacante Syed Rizwan Farook, según relataron sus vecinos.
Tras el ataque del pasado miércoles a un centro de discapacitados que saldó con la muerte de 14 personas, Márquez se internó en una clínica siquiátrica, motivo por el que aún no ha podido ser interrogado por la Policía.
Las autoridades señalaron que las dos armas de asalto utilizadas en la masacre fueron compradas originalmente en 2011 y 2012 por Márquez, pero los investigadores aún no han difundido más detalles.
Sandie Emperador, vecina de Márquez, relató que solía verlo arreglando autos en la antigua casa de Farook, ubicada en Riverside, California.
Otro vecino que pidió no ser identificado afirmó que Márquez visitaba a Farook frecuentemente; pero que cree que la amistad entre los dos terminó abruptamente hace unos tres años.
Contó que, en una ocasión, le sorprendió haberlos visto en la calle actuando como si no se conocieran. Desde entonces nunca los volvió a ver juntos.
La madrugada del sábado, agentes del FBI registraron la casa de Márquez. De acuerdo con vecinos, durante la búsqueda, los agentes cortaron y abrieron con sopletes la puerta del garaje, utilizaron perros detectores de bombas y detuvieron temporalmente a su padre y su hermano menor.
El grupo terrorista Estado Islámico (Isis) aseguró ayer en su boletín radiofónico en la emisora Al Bayan que dos de sus ‘soldados’ fueron quienes perpetraron el ataque de San Bernardino.
“Que los acepte Dios como mártires”, afirmó el ‘portavoz’ de los terroristas.
Las autoridades federales allanaron la residencia de Enrique Márquez, un hombre de origen hispano del que el FBI tiene indicios de que habría adquirido los fusiles de asalto usados en el ataque en San Bernardino.
Además era el único del vecindario que se relacionaba de forma cercana con el atacante Syed Rizwan Farook, según relataron sus vecinos.
Tras el ataque del pasado miércoles a un centro de discapacitados que saldó con la muerte de 14 personas, Márquez se internó en una clínica siquiátrica, motivo por el que aún no ha podido ser interrogado por la Policía.
Las autoridades señalaron que las dos armas de asalto utilizadas en la masacre fueron compradas originalmente en 2011 y 2012 por Márquez, pero los investigadores aún no han difundido más detalles.
Sandie Emperador, vecina de Márquez, relató que solía verlo arreglando autos en la antigua casa de Farook, ubicada en Riverside, California.
El FBI divulgó imágenes de los atacantes.
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Contó que, en una ocasión, le sorprendió haberlos visto en la calle actuando como si no se conocieran. Desde entonces nunca los volvió a ver juntos.
La madrugada del sábado, agentes del FBI registraron la casa de Márquez. De acuerdo con vecinos, durante la búsqueda, los agentes cortaron y abrieron con sopletes la puerta del garaje, utilizaron perros detectores de bombas y detuvieron temporalmente a su padre y su hermano menor.
El grupo terrorista Estado Islámico (Isis) aseguró ayer en su boletín radiofónico en la emisora Al Bayan que dos de sus ‘soldados’ fueron quienes perpetraron el ataque de San Bernardino.
“Que los acepte Dios como mártires”, afirmó el ‘portavoz’ de los terroristas.