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'Allá es donde deben estar, en la frontera para que los deporten'

  • 05 julio 2014 /

Grupos contra inmigración centroamericana dicen que no bajarán la guardia



Los Ángeles, California.

Un grupo de habitantes de la ciudad de Murrieta en California aseguró hoy que seguirá vigilando el centro de procesamiento de la Patrulla Fronteriza en la ciudad con el fin de evitar la llegada de indocumentados y menores centroamericanos.

La acción, que se llevará acabo hoy y mañana, pretende, según los manifestantes, detener el traslado de más de un centenar de centroamericanos que llegaron anoche al Sur de California.

Cerca de 140 inmigrantes entre niños y adultos llegaron en la noche del viernes al aeropuerto de San Diego y fueron trasladados a un centro de la Patrulla Fronteriza en San Ysidro, dónde ya están alojados otros 150 inmigrantes que arribaron el martes pasado.

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Las autoridades federales no quisieron revelar si en el transcurso del día intentarán trasladar a estos inmigrantes indocumentados a Murrieta.

Ralph Desio, vocero de La Patrulla Fronteriza (CBP), dijo en un comunicado que su oficina no dará a conocer ni el horario ni el lugar de las transferencias entre las instalaciones federales.

Ante esto, los opositores a estos traslados aseguran que no permitirán ninguna acción.

'Allá es donde deben estar, en la frontera, para que los deporten de una vez a México o a Guatemala. Que cumplan la ley y no los traigan a nuestras comunidades', dijo hoy a Efe un miembro del Tea Party que solo se identificó como Anthony.

A su vez, los activistas advirtieron sobre la posible sobrepoblación y sobrecarga en el centro de San Ysidro, lo que estaría poniendo en riesgo la salud de los inmigrantes.

'Estos migrantes están bajo la protección de las autoridades federales y son su responsabilidad, no pueden dejarse manipular, deben cumplir la ley', aseguró Teresa Tejada, directora ejecutiva de la Asociación de Salvadoreños en Los Ángeles(ASOSAL).

Enfrentados

Los opositores a la inmigración indocumentada advirtieron que la ciudad debe ejercer su derecho a la seguridad. Para algunos residentes, el alcalde de Murrieta, Alan Long, se convirtió en un héroe por su oposición al traslado de los inmigrantes.

No obstante, Long, trató ayer de aclarar sus comentarios y explicó que lo único que pretendía decir era que las instalaciones de la Patrulla Fronteriza en esa ciudad no estaban adecuadas para procesar a los inmigrantes y alentó a los residentes a contactar a sus representantes federales.

Las protestas en contra del traslado de los inmigrantes empezaron hace dos semanas en esta ciudad del sur de California.

La afluencia de personas antes del mediodía era muy baja. No obstante, la policía sigue estando bajo alerta por posibles confrontaciones entre el grupo de protestantes y los proinmigrantes.

Durante la confrontación de ayer, que duró casi hasta la media noche, seis personas fueron detenidas por obstruir la labor de la policía.

Un nuevo grupo de indocumentados centroamericanos podría llegar procedentes de Texas a comienzos de la próxima semana. EFE