El alcalde de Hazleton dijo que apelará a la Corte Suprema el fallo de un tribunal federal de apelaciones que prohibe al municipio aplicar medidas de represión a los inmigrantes indocumentados.
El alcalde Lou Barletta, promotor original de la medida, hizo el anuncio el jueves por la noche al conocerse el fallo, que asestó un nuevo revés a las ordenanzas municipales que inspiraron medidas similares en todo el país, como una ley controversial de Arizona.
El tribunal en Filadelfia dijo que la Ley de Alivio a la Inmigración Ilegal, de la ciudad, usurpaba la prerrogativa exclusiva del gobierno federal de regular la inmigración.
'No es nuestra tarea juzgar si se justifica la frustración estatal y local sobre la política federal de inmigración. Se nos requiere, en cambio, intervenir cuando los estados y las localidades socavan directamente los objetivos federales encarnados en estatutos dispuestos por el Congreso', escribió el juez principal Theodore McKee.
La ciudad pretendía negar permisos de operar a empresas que emplean a indocumentados, aplicar multas a los propietarios que les rentan casas y obligar a quienes rentan a registrarse y pagar una tarifa.
Grupos hispanos y defensores de los inmigrantes demandaron al municipio aduciendo que la regulación inmigratoria es de competencia exclusiva del gobierno federal. Las leyes nunca fueron aplicadas.
Barletta promovió las medidas en el 2006 después que dos inmigrantes indocumentados fueron acusados de un tiroteo fatal. El alcalde republicano sostuvo que los inmigrantes indocumentados traían drogas, delito y pandillas a la ciudad de 30.000 habitantes y recargaban a la policía, las escuelas y los hospitales.
Corte suspende aplicación de ley municipal
Un tribunal federal de apelaciones falló el jueves que la ciudad de Hazleton, en Pensilvania, no puede aplicar medidas de represión a los inmigrantes indocumentados, lo que asesta un nuevo revés a las ordenanzas municipales que inspiraron medidas similares en todo el país, como una ley controversial de Arizona.
El tribunal en Filadelfia dijo que la Ley de Alivio a la Inmigración Ilegal, de la ciudad, usurpaba la prerrogativa exclusiva del gobierno federal de regular la inmigración.
'No es nuestra tarea juzgar si se justifica la frustración estatal y local sobre la política federal de inmigración. Se nos requiere, en cambio, intervenir cuando los estados y las localidades socavan directamente los objetivos federales encarnados en estatutos dispuestos por el Congreso', escribió el juez principal Theodore McKee.
La ciudad pretendía negar permisos de operar a empresas que emplean a indocumentados, aplicar multas a los propietarios que les rentan casas y obligar a quienes rentan a registrarse y pagar una tarifa.
Grupos hispanos y defensores de los inmigrantes demandaron al municipio aduciendo que la regulación inmigratoria es de competencia exclusiva del gobierno federal. Las leyes nunca fueron aplicadas.
El alcalde Lou Barletta promovió las medidas en el 2006 después que dos inmigrantes indocumentados fueron acusados de un tiroteo fatal. El alcalde republicano sostuvo que los inmigrantes indocumentados traían drogas, delito y pandillas a la ciudad de 30.000 habitantes y recargaban a la policía, las escuelas y los hospitales.
La ley de Hazleton fue copiada por docenas de municipalidades en la nación que consideran que el gobierno federal no ha hecho lo suficiente para detener la inmigración ilegal.