Un grupo de transgéneros ha provocado la indignación en las redes al aparecer en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París, recreando de manera irrespetuosa la Última Cena de Leonardo da Vinci al ritmo de música electrónica.
El evento de apertura, que contó con unos 6.800 deportistas a bordo de 85 barcos que han pasado frente a unos 320.000 espectadores, se caracterizó por el despliegue de varios shows drag.
Muchos usuarios en redes sociales han criticado esta ‘performance’ de la apertura de los Juegos, calificándola de “basura” o “asco de ceremonia”, entre otros términos.
Ante la escena que pretendió recrear la última cena en la ceremonia la eurodiputada francesa, integrante de Patriotas por Europa, Marión Meréchal, ha dejado en claro que el performance no representa a Francia, sino más bien a una «minoría de izquierda lista para para cualquier provocación»
«A todos los cristianos del mundo que están viendo la ceremonia de París 2024 y se sintieron insultados por esta parodia drag de la última cena, sepan que esa no es Francia hablando, sino una minoría de izquierda lista para cualquier provocación», ha expresado Maréchal.
Historia de “La Última Cena”
“La Última Cena” es una de las obras más icónicas y reconocidas del pintor renacentista Leonardo da Vinci. Ffue pintada entre 1495 y 1498 en el refectorio del convento de Santa Maria delle Grazie en Milán, Italia. Fue encargada por Ludovico Sforza, duque de Milán.:
La obra representa el momento en que Jesús anuncia que uno de sus doce apóstoles lo traicionará, según el Evangelio de Juan. Leonardo capta las diferentes reacciones de los apóstoles, desde el asombro hasta la consternación, en un instante congelado de tensión emocional. Jesús está en el centro de la composición, con los apóstoles agrupados en cuatro grupos de tres, creando un equilibrio visual.