El Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) recalcó este lunes que no es su política ir en contra de indocumentados testigos de crímenes, en un nuevo llamado a la comunidad inmigrante para ayudar a resolver la desaparición de la niña de cinco años Dulce María Alavez, en Nueva Jersey.
La aclaración del ICE se dio como parte de los esfuerzos de las autoridades federales para hallar a la pequeña, que supuestamente fue secuestrada en un parque del condado Cumberland en Nueva Jersey el 16 de septiembre de 2019.
Al año de la desaparición y tras los ruegos de la madre de la pequeña, la mexicana Noema Alavez Pérez, las investigaciones en las que participa el ICE, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y los departamentos de policía local y estatal, no se ha logrado dar con el paradero de la niña.
“Las personas, independientemente de su estado migratorio, no deben dudar ni un minuto en proporcionar información que pueda ayudar en esta investigación', dijo el director de la oficina de campo del ICE en Newark, John Tsoukaris, en un comunicado.
Las autoridades migratorias insistieron que “no es política de ICE apuntar afirmativamente a víctimas, testigos o demandantes extranjeros para hacer cumplir la ley de inmigración”
Agregan que los oficiales del ICE están capacitados para ejercer la discreción en el desempeño de sus funciones de aplicación de la ley de inmigración e incluso existen beneficios migratorios para personas que ayudan a la policía o que han sido víctimas de actividades delictivas.
La desaparición de la niña se dio cuando Noema llevó a Dulce y a su hermano Manuel, de tres años, al parque. Ambos corrieron al área de juegos mientras ella se quedó en el auto con otro niño de la familia, de ocho años de edad, para ayudarle con las tareas escolares.
Ese fue el momento en que, según los investigadores del caso, un hombre de apariencia hispana, según han dicho algunos que le vieron en el parque, se llevó a la niña, que el pasado abril debió seis años.
Unos 10 minutos más tarde, según el relato de la madre, se encontró a su hijo llorando con el helado que habían comprado poco antes en el suelo, y ni rastro de la niña.
La mujer fue duramente criticada en las redes sociales, donde se le acusó de no cuidar de la niña e incluso muchos comentarios fueron racistas.
Las últimas imágenes de Dulce provienen de cámaras de seguridad de una gasolinera, donde la familia se detuvo a comprar helado justo antes de visitar el parque, en el que no habían cámaras de vigilancia.