La secretaria de Estado norteamericano, Hillary Clinton, aseguró ayer en Bagdad, adonde llegó en visita sorpresa, que la reciente oleada de violencia no ponía en tela de juicio el proceso de estabilización del país, iniciado hace un año.
'Según mi opinión y la del general Raymond Odierno -jefe de la Fuerza Multinacional, se trata ciertamente de acontecimientos trágicos y terribles, pero que no reflejan para nada un cuestionamiento de los progresos realizados en el campo de la seguridad', declaró Clinton durante una conferencia de prensa con el jefe de la diplomacia iraquí, Hoshyar Zebari.
Estos atentados son 'horribles por la cantidad de muertos y heridos que provocan, pero el pueblo y el Gobierno iraquíes rechazaron de manera unánime la violencia y se oponen a que los iraquíes se enfrenten los unos con los otros, lo cual es, por supuesto, el objetivo' de los terroristas, añadió.
Clinton llegó a Bagdad al día siguiente de un doble atentado suicida que mató a 65 personas cerca del mausoleo del imán Musa al Kadhim, uno de los más importantes lugares santos chiitas en la capital iraquí.
Más de 150 personas murieron desde el jueves en una serie de atentados suicidas cometidos contra peregrinos chiitas iraníes, una oleada de ataques que recuerda los peores momentos de las violencias interconfesionales en Irak. Se trata también del mes más mortífero de 2009, con 250 decesos y alrededor de 700 heridos.
País más seguro
Por su lado, Zebari subrayó que a pesar de las violencias, su país estaba determinado a cumplir con el calendario definido en el acuerdo estadounidense-iraquí de noviembre, y que prevé una retirada de las tropas norteamericanas de las ciudades iraquíes antes de fin de junio, y una retirada total de Irak de aquí a finales de 2011.
'Seguiremos contando con el compromiso y el apoyo de Estados Unidos al Gobierno y al pueblo iraquíes para permitirnos afrontar estos desafíos', declaró.
Más temprano, Clinton había prometido entregar a los iraquíes los medios para garantizar su seguridad. 'Seguiremos trabajando muy, muy duro para darles las herramientas que les permitirán tener un país más seguro', declaró Clinton a un centenar de iraquíes de la sociedad civil reunidos en la Embajada de Estados Unidos en Bagdad.
'Trabajaremos estrechamente con el Gobierno iraquí y las fuerzas de seguridad iraquíes durante la retirada de nuestras tropas', afirmó Clinton, que cumplía así su primera visita a Irak desde su nombramiento, en enero pasado, como jefa de la diplomacia de Estados Unidos del gobierno de Barack Obama.
Clinton también se reunió con el presidente iraquí, Jalal Talabani, con el primer ministro, Nuri al Maliki, y con el representante especial del secretario general de la ONU en Irak, Staffan de Mistura.