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Hallazgo de más fosas agrava angustia por estudiantes desaparecidos en México

  • 09 octubre 2014 /

La fiscalía general anunció este jueves que cuatro nuevos detenidos han dado pistas sobre estas desapariciones.

Iguala, México.

Las esperanzas de encontrar vivos a los 43 estudiantes desaparecidos hace dos semanas en México se redujeron más este jueves con el descubrimiento de nuevas fosas clandestinas en las inmediaciones de Iguala (sur), donde los jóvenes fueron atacados por policías y sicarios.

Después de una orden del presidente Enrique Peña Nieto de 'acelerar' el esclarecimiento del crimen, la fiscalía general anunció este jueves que cuatro nuevos detenidos han dado pistas sobre estas desapariciones, un crimen que ha generado conmoción y rabia en el país.

Los detenidos nos llevaron 'a un lugar donde encontramos cuatro fosas donde ellos dicen que hay restos de los estudiantes', dijo en rueda de prensa el fiscal general, Jesús Murillo Karam, y agregó que aún no se puede precisar cuántos cuerpos hay en estos hoyos.

Murillo Karam no identificó a los detenidos pero dijo que no son policías. Por este caso ya hay 34 arrestados, al menos 26 de ellos agentes municipales de Iguala, situada a solo 200 km de Ciudad de México.

Otras fosas clandestinas fueron halladas el pasado fin de semana con 28 cadáveres que todavía no han sido identificados, aunque dos sicarios del cártel local Guerreros Unidos detenidos confesaron que allí asesinaron a 17 de los estudiantes.

Sobre los motivos del brutal ataque a los jóvenes, el fiscal señaló que tienen 'abiertas varias líneas de investigación' y que hay una 'búsqueda ya oficial del presidente municipal (alcalde), de su esposa y del director de seguridad municipal para que respondan ante los hechos'.

Las sospechas sobre la responsabilidad del crimen se dirigieron en los últimos días al alcalde, José Luis Abarca, y su esposa, María de los Ángeles Pineda, una pareja con nexos con el narcotráfico y que huyó dos días después de los ataques.

Pineda, hermana de dos capos narcotraficantes, fue señalada en un reporte del servicio de inteligencia como quien ordenó al director de Seguridad Pública municipal que reprimiera a los estudiantes, temiendo que interrumpieran un discurso que ella debía dar ese día.