Apatzingán, México.
El Gobierno mexicano trataba ayer de restablecer el orden en el convulso estado de Michoacán buscando el apoyo de las autodefensas para que depongan las armas y colaboren con información para atacar al narcotráfico.
En medio de la batalla que tenían en las últimas semanas las milicias de las autodefensas y sus enemigos del cartel Los Caballeros Templarios, el Gobierno asumió la seguridad de la conflictiva región michoacana de Tierra Caliente y el martes desplegó a miles de efectivos en los principales feudos del narcotráfico.
En la ciudad de Apatzingán, 2,000 agentes federales y militares desarmaron a unos 200 miembros de la Policía Municipal -señalada de trabajar para los Templarios- y se hicieron con el gran refugio y centro de operaciones del cartel.
Otro incidente
A una calle de la alcaldía de Apatzingán, dos hombres jóvenes pudieron incendiar ayer una farmacia y escapar.
“Rompieron un vidrio, ingresaron, rociaron combustible y le prendieron fuego”, explicó Humberto Martínez, un comandante de la Fiscalía del estado de Michoacán. El ataque ha sido atribuido a los Caballeros Templarios, que el viernes ya sembraron el terror en Apatzingán prendiendo fuego a la alcaldía y otros comercios en una aparente advertencia de que defenderán su feudo. Estos ataques llevaron a que sus calles luzcan casi desiertas ante el miedo de más agresiones. “Los dueños de la farmacia sí han abierto todos los días y hoy -ayer- los atacaron. Yo no sé si seguir cerrando, pero ya nos falta dinero”, reconoció el dueño de una tienda de ropa vecina de la farmacia. La impunidad del ataque generó más inseguridad entre habitantes de Apatzingán y suspicacias de las autodefensas sobre la capacidad o voluntad del Gobierno para atacar a los Templarios.
Búsqueda de un acuerdo
En su intento de frenar la violencia en Tierra Caliente, Beltrán y otro jefe de autodefensas fueron citados el martes por funcionarios y mandos militares, quienes les reclamaron que cesen su ofensiva contra los Templarios y les aseguraron que las fuerzas federales controlarán la situación.
También les pidieron que colaboren con ellas suministrando la información que tengan de los narcotraficantes y, si desean, incorporándose a las policías locales.
Hipólito Mora, uno de los jefes más visibles de las autodefensas, se mostró dispuesto a colaborar con el Gobierno, aunque dijo que este miércoles ofrecerán una declaración consensuada del movimiento. Por temor a una venganza de los narcotraficantes, las milicias siguen negándose a la entrega de sus fusiles Ak-47 y otras armas de alto poder hasta que sean capturados los jefes de los Templarios. AFP/Efe