06/12/2025
09:13 AM

Funes: 'Agotaremos los recursos necesarios por la vía diplomática'

El presidente salvadoreño seguirá buscando una salida al asunto de la isla Conejo con el gobierno hondureño.

San Salvador, El Salvador.

El presidente de El Salvador, Mauricio Funes, aseguró este sábado que “no cree” ni considera el uso de la fuerza militar para dirimir la disputa con Honduras sobre la isla Conejo en el Golfo de Fonseca, y dijo que seguirá la vía diplomática.

“El Gobierno de El Salvador no cree en soluciones que tengan como principal recurso el uso de la fuerza, no creemos ni respaldamos soluciones militares para dirimir conflictos limítrofes entre países que guardan una relación de hermandad como ocurre entre El Salvador y Honduras”, señaló.

El Salvador y Honduras mantienen desde los últimos años una disputa por la posesión del islote Conejo, de menos de un km2 de extensión, el cual está enclavado en el Golfo de Fonseca, cuyas aguas los dos países comparten con Nicaragua.

A inicios de septiembre pasado, la Cancillería salvadoreña protestó ante su similar en Tegucigalpa porque militares hondureños, que mantienen ocupada la isla Conejo, izaron la bandera de su país en el marco de los actos alusivos a la Independencia.

El mandatario señaló en su habitual programa sabatino de radio “Conversando con el Presidente”, que ha instruido a su canciller, Jaime Miranda, a seguir buscando una salida por la vía diplomática al asunto de la isla con el Gobierno hondureño.

“Agotaremos todos los recursos necesarios por la vía diplomática, hasta garantizar la plena posesión soberana de la isla Conejo”, sostuvo Funes.

Arremete contra Lobo

El presidente salvadoreño también dijo “lamentar” declaraciones de Porfirio Lobo, quien dijo que Funes ha usado el tema de la isla para obtener rédito político o para justificar la compra de aviones militares para la defensa de su soberanía.

“Aprecio (...) mucho al presidente Lobo, pero quiero informarle que no me he caído en las encuestas, no estoy utilizando el tema por razones electorales y tampoco se está queriendo justificar la compra de aviones para fortalecer la fuerza área (salvadoreña)”.

Enfatizó que la compra de aviones “no tiene que ver con este conflicto” porque esa es “una iniciativa que se comenzó a discutir con el alto mando de las fuerzas armadas desde el primer momento de mi llegada al gobierno”, el 1 junio de 2009, precisó.

Funes destacó que es el Gobierno hondureño el que está utilizando el conflicto de la soberanía de la isla con fines electorales.

“Para información del presidente Lobo y de los hermanos hondureños (...) no me he caído en las encuestas, todo lo contrario, según las diferentes encuestas de opinión (mis) niveles de aceptación rondan el 70 % al 72 %”, enfatizó, al tiempo que señaló, sin dar nombres, que “los que se han caído son otros”.

La Corte Internacional de Justicia de La Haya definió el 11 de septiembre de 1992 una controversia sobre 447 km2 entre Honduras y El Salvador, asignando a Honduras cerca de dos tercios, 313 km2, y definió reclamos de territorio insular en el Golfo de Fonseca.

En ese fallo, las islas Meanguera y Meanguerita fueron ratificadas a El Salvador y El Tigre a Honduras.

Honduras debe acudir a la ONU y países amigos

Honduras debe hacer del conocimiento de la comunidad internacional las pretensiones de El Salvador sobre isla Conejo y el incumplimiento de la sentencia de La Haya de 1992.

Además, debe cuanto antes protestar ante las autoridades salvadoreñas y el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por incluir la isla Conejo como su territorio en los mapas oficiales y en el Libro Blanco de la Defensa del vecino país.

En esos términos se pronunció ayer el experto en derecho internacional Graco Pérez, quien también recomendó a la Cancillería a acudir a los países amigos para exponer al Gobierno salvadoreño por los infundados reclamos sobre el islote.

“Las cosas se resuelven en los lugares indicados, los mapas que los manden al servicio exterior y que ellos expliquen la situación a los países amigos para hacerle ver al mundo cuál es el país que no quiere reconocer un fallo de la Corte Internacional”, afirmó Pérez.