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Extrema seguridad por la visita del Papa en México

  • 22 marzo 2012 /

Al menos 5,700 agentes cuidarán del máximo líder la iglesia durante su estancia en el país.

Más de 5,700 miembros de las fuerzas federales y estatales resguardarán la seguridad del papa Benedicto XVI en su gira por el estado mexicano de Guanajuato entre el 23 y 26 de marzo, informó la titular de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación, Laura Gurza.

La funcionaria verificó las medidas de seguridad por el Parque Guanajuato Bicentenario donde el papa oficiará una misa masiva para unas 600,000 personas el 25 de marzo próximo.

Gurza reconoció que hay un operativo maduro y bien pensado que abarca todas las aristas que pudieran ofrecerse durante la gira, señaló el Gobierno de Guanajuato en un comunicado.
“Hasta el momento, se tiene confirmada la participación de 5,700 elementos de fuerza mayor de distintas dependencias, a los cuales se sumarán cientos de efectivos del Estado Mayor Presidencial y la Secretaría de Seguridad Pública”, indicó.

Benedicto XVI inicia mañana su primera visita a un país de lengua española de América Latina, en México, ensangrentado por una guerra contra el narcotráfico.

Las autoridades de dos municipios del estado de Guanajuato flexibilizaron ayer las restricciones a la circulación vial impuestas en las calles por donde pasará Benedicto XVI.
Apretada agenda

El Papa tendrá una agenda pública reducida, a un mes de cumplir 85 años, en esta visita a cinco ciudades: Silao, León y Guanajuato, Santiago de Cuba y La Habana, la segunda a América Latina en siete años de pontificado, tras la realizada en 2007 a Sao Paulo, Brasil.

El papa alemán, que ha concentrado sus peregrinajes en Europa con 16 visitas, pagará así una deuda con los católicos de América Latina, que son poco más de un cuarto del total mundial y entre quienes su figura despierta menos emoción que la de su predecesor, Juan Pablo II.

En México, el papa deberá encarar el principal desafío que enfrentan los latinoamericanos: la violencia desatada por la droga, tanto por los poderosos y sanguinarios cárteles de México y Centroamérica, como por el consumo, sobre todo de pasta base de cocaína, en el resto de la región, que provocan decenas de miles de muertos por año. En Cuba, donde 10% de los 11.2 millones de cubanos se considera católico y de este total solo 5% va a misa, es decir unas 50,000 personas, la Iglesia se ha convertido en el principal interlocutor del gobierno. El diálogo entre el presidente Raúl Castro y el cardenal de La Habana Jaime Ortega, se tradujo desde 2010 en la liberación de 130 presos políticos. Según la oposición, quedan aún unos 50 “presos por motivos políticos” y se espera que la visita de Benedicto XVI de un nuevo impulso a este diálogo.

La histórica visita de Juan Pablo II a La Habana en enero de 1998 marcó el inicio del descongelamiento en las relaciones entre Cuba y la Iglesia. AFP