Un juez de segunda instancia de Brasil liberó ayer al expresidente Michel Temer, detenido el pasado jueves por presuntos desvíos millonarios de fondos, al considerar que no existen motivos legales para mantenerlo preso hasta el proceso.
Temer, apuntado por la Fiscalía como presunto cabecilla de “una organización criminal”, abandonó la sede de la Policía Federal en Río de Janeiro alrededor de las 6:40 pm en un auto policial con vidrios polarizados.
El magistrado Antonio Ivan Athié acogió un habeas corpus presentado por la defensa de Temer y justificó en su escrito que pese a los “indicios” existentes contra el exmandatario, referentes a supuestos sobornos recibidos en 2014, la prisión preventiva (hasta que un tribunal juzgue el caso) no tiene asidero legal. “Aunque se admita que existan indicios que pueden incriminar a los involucrados, no sirven para justificar la prisión preventiva, porque además de tratarse de [indicios] antiguos, no está demostrado que los acusados atentaron contra el orden público, [o] que estarían ocultando pruebas u obstaculizando” un eventual proceso criminal, afirmó Athié.
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1 Temer, quien llegó a la Presidencia tras la destitución a mediados de 2016 de Dilma Rousseff, fue denunciado formalmente tres veces durante su mandato, pero el Congreso, encargado entonces de avalar o no la apertura de un juicio penal, rechazó los cargos gracias a su sólida base de apoyo parlamentaria.
2 La operación Lava Jato, la mayor investigación sobre corrupción de la historia de Brasil, ha logrado llevar a prisión a prominentes empresarios y políticos. |
La orden de liberación vale también para el exministro de Minas y Energía Moreira Franco, así como para otros sospechosos presos en la misma operación, confirmó el Tribunal Regional Federal TRF2 de Río de Janeiro.
La Fiscalía afirmó que presentará un recurso para mantener las prisiones. La decisión será analizada en profundidad -en una fecha aún por definir- por otros dos jueces del TRF2, que pueden concordar o no con la liberación determinada por Athié.
El caso. Temer, de 78 años, fue arrestado en Sao Paulo el pasado jueves y trasladado a Río de Janeiro por determinación del juez Marcelo Bretas, a cargo en este estado de la megaoperación Lava Jato contra la corrupción.
El caso está relacionado con supuestos sobornos recibidos en 2014 a cambio de contratos de obras en la usina nuclear Angra 3, en el sur del estado de Rio.
El Ministerio Público Federal investiga “crímenes de corrupción, desvío de fondos y blanqueo de dinero”, con “pagos ilícitos” efectuados por un empresario “para la organización criminal liderada por Michel Temer”.
La prisión preventiva se justificaba, según el MPF, por la sospecha de que la presunta banda sigue “en plena actividad” y que en 40 años habría “obtenido la promesa, el pago o el desvío hacia la organización de 1,800 millones de reales” (unos $470 millones al cambio actual).
Temer es el segundo presidente de la historia reciente de Brasil en pisar la prisión, tras Luiz Inácio Lula da Silva.