El presidente Evo Morales se veía ayer agotado y débil y suspendió un encuentro con un grupo de niños tras cinco días de huelga de hambre que busca presionar la aprobación de una ley electoral para convocar a elecciones en diciembre.
El ministro de Salud, Ramiro Tapia, que es médico, dijo que el mandatario se halla estable y que le ha recomendado reposo, pero que Morales no deja de atender asuntos desde el salón en la casa de Gobierno donde inició la huelga de hambre el jueves junto a 13 dirigentes sindicales.
Se ha informado que el mandatario sólo mastica coca, que tiene la virtud de despejar la sensación de hambre, y que consume agua e infusiones de manzanilla. Más de 1,500 personas secundan la medida, dijo su portavoz Iván Canelas. Estos ayudantes realizan su acción en diversas ciudades del país, han informado sus dirigentes.
Delegados del oficialismo y la oposición acordaron ayer el texto de una nueva ley electoral que guíe los comicios de diciembre próximo, tras cinco días de arduas negociaciones, informó el presidente de la Cámara de Diputados, Edmundo Novillo AFP
