Dos hondureños figuran entre los migrantes considerados de mayor peligrosidad por las autoridades de Florida. Ambos se encuentran actualmente recluidos en el centro de detención “Alligator Alcatraz”, mientras se resuelve su proceso de deportación.
El centro, ubicado en Florida y rodeado por cocodrilos, ha sido señalado por el fiscal general del estado, James Uthmeier, como el lugar que alberga a los migrantes más peligrosos del país.
Entre ellos se encuentran los hondureños José Fortín y Óscar “Satanás” Sánchez, quien es presuntamente miembro activo de la Mara Salvatrucha (MS-13).
Antecedentes criminales de los dos hondureños
De acuerdo con el fiscal, José Fortín fue condenado por asesinato en segundo grado tras una riña que terminó con un disparo mortal en el condado de Miami-Dade. Cumplió parte de su sentencia, que supera los 25 años, antes de ser trasladado a esta cárcel de máxima seguridad, donde espera ser deportado.
Por su parte, Óscar “Satanás” Sánchez fue juzgado en el estado de Nueva York por cargos relacionados con crimen organizado.
Asimismo, Óscar Sánchez fue acusado de conspiración de asesinato, cometer agresiones y otros delitos bajo la ley "RICO", legislación utilizada para enfrentar estructuras criminales como pandillas transnacionales.
Su historial violento lo convirtió en uno de los casos más citados por autoridades que promueven una política migratoria restrictiva.
El penal también alberga a otros reos de alto perfil, como Luis Donald Corado, guatemalteco condenado por robo y voyerismo; Wilfredo Alberto Lazama García, venezolano acusado de asesinato y fraude; y Eddy López Jemot, de origen cubano, imputado por degollar a una anciana y prender fuego a su casa.
“Alligator Alcatraz”, nombre con el que se conoce este centro de detención, ha sido promovido como un modelo de seguridad por sectores vinculados al presidente Donald Trump.