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El Estado Islámico toma la histórica ciudad de Palmira

  • 21 mayo 2015 /

Los yihadistas ya controlan más de la mitad del territorio sirio en su intento por establecer un califato en Oriente Medio.

Damasco, Siria.

En lo que constituye un avance sumamente peligroso, el Estado Islámico (ISIS) se apoderó este jueves de la totalidad de la histórica ciudad de Palmira, en el desierto sirio, haciendo temer la destrucción de sus tesoros arqueológicos por parte de los yihadistas.

Con la toma de este oasis fronterizo con Irak, ISIS controla 'ya más de 95.000 km2 en Siria, el 50%' de Siria', señaló el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).

Mohamad Hasan al Homsi, militante originario de Palmira, aseguró que 'las tropas del régimen se derrumbaron y se retiraron de todas las posiciones sin ofrecer resistencia'.

Tras ocho días de combates, ISIS reivindicó en Twitter la captura total de la ciudad, afirmando que las fuerzas del régimen había 'huido dejando detrás un gran número de muertos entre sus filas'.

Según el OSDH, las tropas del régimen sirio se retiraron de sus posiciones dentro y en la periferia de la ciudad, abandonando puestos militares en la Badiya (desierto sirio), en el aeropuerto militar y en la prisión, en la que los yihadistas entraron por la noche.

Foto: La Prensa

El ejército sirio terminó huyendo ante el avance de los yihadistas permitiéndoles tomar una ciudad clave en su territorio.
'La mayoría se retiraron hacia la ciudad de Homs', capital de la provincia central de Homs, de la que forma parte Palmira, indicó Abdel Rahman. Una parte de los habitantes de la ciudad se habría desplazado a Homs, mientras que otros habrían permanecido en sus casas.

La 'Venecia del desierto'

La caída de esta ciudad de 2.000 años de antigüedad en manos del ISIS hace temer por sus célebres ruinas, inscritas como patrimonio mundial de la Unesco. En Irak, el grupo había destruido varias estatuas y objetos de valor en las ciudades antiguas.

Antes de la crisis iniciada en 2011, las ruinas de Palmira, el sitio arqueológico más bello de Siria, recibía 150.000 turistas al año.

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La prisión de Palmira es tristemente célebre por la masacre de cientos de detenidos en los años 1980 y para los sirios es el símbolo del terror del régimen de Hafez al Asad, padre del actual presidente, Bashar.

Además de controlar a mitad del país, el grupo yihadista se ha apoderado de la práctica totalidad de los campos petrolíferos y de gas en Siria, tras la toma de dos instalaciones de gas cerca de Palmira. Al régimen solo le queda el campo de Chaer en la provincia de Homs, mientras que las fuerzas kurdas controlan los campos del noreste.