Los Ángeles, Estados Unidos.
En una clínica especializada al sur de Los Ángeles, Estados Unidos, son especialistas en quitar tatuajes con láser.
Aunque la técnica está avanzando, el láser aún es un procedimiento pesado y caro.
En el local tienen muchos clientes que a lo mejor vuelven para borrarse los tatuajes, por arrepentimiento o para comenzar de nuevo.
Cuarenta y cinco millones de estadounidenses tienen ahora al menos un tatuaje.
Estadísticamente, seis millones se lo querrán quitar algún día.