El fiscal jefe de L’Aquila anunció ayer el inicio de una investigación sobre las presuntas violaciones de las normas de construcción tras el demoledor terremoto de hace cinco días, para averiguar si contribuyeron a la magnitud del desastre.
Los equipos de rescate recuperaron el sábado otro cadáver de las ruinas de un edificio, con lo que el número de muertos se elevó a 293.
Los equipos de socorro retiraron además los escombros de un edificio de apartamentos en L’Aquila tras indicar los perros rastreadores que podría haber sobrevivientes entre los cascotes, aunque los bomberos dijeron que la posibilidad es remota. Los sonidos que emanan de los escombros podrían ser fugas de agua, un electrodoméstico e incluso un animal, dijeron los rescatistas.
Los cuerpos sin vida de dos mujeres, de 70 y de unos 40 años, así como el de un joven de 17, fueron descubiertos entre los escombros de un edificio en el centro de L’Aquila
'El trabajo es duro, cansado y delicado, porque se corre el riesgo de causar un desplome. No tiene sentido hacerlo con prisa', dijo el vocero de los bomberos Luca Cari. Los campamentos de carpas que alojan a unas 24,000 personas fueron preparados para las festividades del Domingo de Pascua.
El papa Benedicto XVI envió chocolates y huevos de Pascua para los niños sobrevivientes, dijeron los medios noticiosos locales.
Además, otras 15.000 personas fueron alojadas en hoteles playeros, fuera de las zonas afectadas por el sismo.
Un funeral colectivo fue efectuado el sábado para más de 200 víctimas.