26/04/2024
11:24 PM

Deseo de paz entre religiones y pueblos marca viaje del Papa a Palestina

Para muchos la visita de Francisco a Palestina está llena de esperanza.

Belén.


La alegría de los presentes se proyectaba en el ondear de miles de banderas de todos los colores, representantes de las innumerables delegaciones de fieles llegados de todo el mundo pero, en especial, las del Vaticano y Palestina que cubrieron la plaza mientras la emoción ante la llegada del pontífice crecía.

Como la preparación del evento dejó entrever, en un intrincado contexto como es Tierra Santa, la realidad política no quedó de lado durante la histórica visita.

A escasos metros de distancia del escenario donde ofició la misa ante 8.000 personas, un gran cartel elevaba la voz de los cerca de 5.000 presos palestinos en cárceles israelíes: 'los presos de la ocupación le ruegan por su libertad y dignidad'.

Más artística pero igual de significativa fue la muestra de arte organizada por el Museo Palestino, que decoró los edificios que encierran la plaza.

'Pon tu dedo aquí y comprueba la realidad de mi ser', impelía la imagen del incrédulo Santo Tomás de Caravaggio transformada en la mano de un palestino entregando su cartilla de identificación a un soldado israelí en una de las múltiples obras compuestas por pinturas barrocas y fotografías actuales que quisieron llevar, ante los ojos del mundo entero y del papa, el sufrimiento de la ocupación israelí.

'Esta visita está siendo una visita de esperanza para todo el pueblo de Palestina, para toda la Iglesia. Y entre las novedades, destaca más el diálogo interreligioso', entendió Tomás del Valle, un párroco de Nueva York que viajó a la región para ver a Francisco en tan representativo lugar.

'Le ha dedicado más tiempo a los países musulmanes como Jordania y Palestina, que al mundo cristiano. Parece ser que una de las esperanzas de Francisco es la paz y el diálogo mutuo', razonó.

Más deseos de paz y entendimiento fueron elevados por aquellos que jalearon al pontífice con un '¡Viva el papa!' en una calurosa muestra de cariño al emplear su lengua natal, el castellano.

'Estamos visitando Tierra Santa y tenemos una oportunidad que Dios nos brinda de vernos con el representante de Dios en la tierra. Creo que esta visita va a hacer mucho en el encuentro entre israelíes y palestinos', deseó el cura madrileño José Majadas, llegado en compañía de sus antiguos parroquianos panameños.

'Me parece que aún se necesitan más esfuerzos para alcanzar la paz entre los dos pueblos que ocupan una misma tierra; la de Jesús', consideró.

El palestino de nacimiento y colombiano de adopción, George Jackaman, de 76 años, mostraba exaltado una bandera palestina mientras explicaba que, tras 56 años en el país latinoamericano, pertenecía a dos lugares para los que 'se necesita paz'.

Rompiendo en dos la organizada multitud que dividía al público según su procedencia, dentro y fuera de Palestina, y a la jauría de periodistas del mundo entero, Francisco hizo su aparición entre vítores y música para elevar el mismo deseo compartido; el trabajar, día a día y desde la oración por la paz. EFE