No hay nada estático en el universo y la galaxia que habitamos no es la excepción. Desde hace tiempo se sabía que la Vía Láctea y su grupo local de unas 50 galaxias, estaba siendo atraído en una dirección en particular.
Sin embargo, la causa de este poderoso fenómeno era desconocida. Hasta ahora.
Un grupo internacional de científicos cree haber encontrado la respuesta a este misterio: Se trata de un “súpercúmulo” de galaxias que cuenta con varios cientos de miembros, que entre todas crean suficiente gravedad para “tirar” de la Vía Láctea y su grupo local.
La razón por la que había permanecido desconocido se atribuye a que su ubicación se encuentra en dirección a una zona “oscurecida” por nubes de gas y polvo e incluso estrellas de nuestra propia galaxia.
El hallazgo viene a confirmar la teoría postulada por estudios anteriores, en el sentido que debía haber “algo” oculto detrás de la Vía Láctea responsable de la atracción gravitatoria. Dichos estudios suponían también que ese “algo” debía tener una densidad de galaxias superior a la normal.
Para comenzar a desentrañar el misterio fue necesaria la colaboración entre dos de los más grandes telescopios en uso en la actualidad: El Gran Telescopio Sudafricano con su enorme espejo de 10 metros de diámetro y el Telescopio Anglo-Australiano, cuyo espejo tiene casi cuatro metros de diámetro.
Se calcula que el súpercúmulo galáctico que nos atrae se encuentra a unos 800 millones de años luz, según cálculos publicados por la Royal Astronómical Society del Reino Unido.
El cúmulo recién identificado recibe en nombre de Súpercúmulo de Vega, por hallarse en la dirección de esa estrella y atrae a nuestra galaxia a razón de 50 kilómetros por segundo, es decir, nada mal en términos humanos, pero paso de tortuga para una galaxia. De mantener ese ritmo, la Vía Láctea llegará al súpercúmulo dentro de aproximadamente cinco billones de años.