Después de dos días consecutivos de récords, los casos diarios de la COVID-19 en Florida fueron este domingo 1.055 menos que la jornada anterior, un alivio que no afecta a Miami-Dade, principal foco de la enfermedad en el estado, donde la cuenta sigue aumentando.
Con los 8.530 nuevos casos de hoy, el total acumulado en Florida desde el 1 de marzo se sitúa en 141.075, lo que confirma que este estado no ha logrado 'aplanar la curva' y es ahora uno de los 'puntos calientes' de la pandemia en EE.UU., junto con Texas, Nevada, California y Arizona, entre otros del sur y oeste del país.
El récord en casos diarios está en los 9.585 del sábado.
En las últimas 24 horas murieron 29 personas a causa de la COVID-19 y los casos mortales se elevaron así a 3.419, según el Departamento de Salud de Florida.
En los casi cuatro meses desde que la pandemia llegó a Florida se han hecho pruebas de COVID-19 a 1.833.244 personas y el porcentaje de positivos respecto al total es hoy del 7,5 %, 0,3 puntos más que el sábado.
En Miami-Dade, ese porcentaje está en torno al 20 %, según dijo en una entrevista realizada anoche con el canal Local 10 el alcalde del condado, Carlos Giménez.
Miami-Dade en escalada de casos
El sábado Miami-Dade registró 1.366 casos nuevos y hoy 2.152, que ponen la cuenta total en 33.714 casos, de los cuales 953 mortales.En el vecino condado de Broward, el segundo más afectado, los casos acumulados a día de hoy son 14.316 y los decesos 382.
La cifra acumulada de hospitalizaciones en el estado desde el 1 de marzo pasó de 14.136 el sábado a 14.244 el domingo, es decir que en las últimas 24 horas ingresaron en hospitales floridanos 108 personas.
Pese al incremento de casos y hospitalizaciones desde que en junio el estado avanzó en la reapertura, ha descendido la disponibilidad de camas en planta y en unidades de cuidados intensivos, aunque sin llegar a un nivel crítico.
Las autoridades de salud de Florida dejaron de dar información sobre el nivel de ocupación hospitalaria el 22 de junio.
Pero hay portales informativos que muestran ese dato. Según uno de ellos, hoy hay 1.408 camas en unidades de cuidados intensivos disponibles de un total de 6.000.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, republicano y cercano al presidente Donald Trump, es reacio a dar marcha atrás en la reapertura económica y también a ordenar el uso obligatorio de mascarillas a nivel estatal.
En condados como Miami-Dade, Broward, Hillsborouh y Orange sí rige esa medida y la de mantener la distancia social y no permitir reuniones de más de 50 personas, y se está sancionando a personas y negocios que no cumplan las reglas.
El alcalde de Miami-Dade anunció el sábado que se está formando a grupos de personas para que vayan puerta por puerta en los lugares del condado más afectados entregando material informativo, mascarillas y gel desinfectante.
Otro alcalde, el de la ciudad de Miami, Francis Suárez, indicó este domingo que está estudiando endurecer las sanciones para los negocios que no cumplan las ordenanzas de la reapertura, con la imposición del cierre durante 10 días a la primera infracción.
'Estamos mirando las cifras cada día y todo está sobre la mesa. Sería muy desafortunado tener que ir para atrás' en la reactivación, señaló Suárez a los canales televisivos.