El peor incendio de la historia de Israel, que causó 41 muertos y calcinó el parque nacional del monte Carmelo, estaba bajo control ayer por la noche tras 76 horas de lucha, gracias a una escuadrilla internacional y al mayor avión contraincendios del mundo.
“El incendio está controlado. Ya no hay focos importantes. Hay que terminar la tarea para evitar conatos de fuego”, explicó el jefe de los bomberos, Shimon Romah.
Sin embargo, las unidades contraincendios siguen movilizadas por el peligro de las ascuas.
Durante una reunión con el primer ministro Benjamin Netanyahu, quien supervisó personalmente las operaciones, el titular de Seguridad Pública, Yitzhak Aharonovish, declaró que el principal objetivo de los aviones contraincendios era “enfriar el terreno”.
Netanyahu decidió no pedir más aviones a la comunidad internacional, siguiendo el consejo de expertos que estiman que la flota aérea desplegada en Israel “basta para la tarea”, declaró el portavoz del jefe de gobierno, Mark Regev.
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Unos 30 aviones y helicópteros intervinieron ayer en la extinción de los últimos focos del incendio que provocó una catástrofe ecológica, destruyendo cinco mil hectáreas y cinco millones de árboles en el macizo boscoso del monte Carmelo.
Israel tuvo que alquilar el mayor avión contraincendios del mundo.
El Supertánker estadounidense, que puede volar de noche, comenzó por la mañana a arrojar 76,000 litros de agua y el producto que retarda las aparición de las llamas.
“Treinta y cinco aparatos trabajaban ayer, 24 de ellos extranjeros” y en total se realizaron 500 vuelos desde que se declaró el incendio el jueves, según un comunicado oficial. Como símbolo de la solidaridad internacional incluso llegaron 20 bomberos palestinos ayer con tres camiones y un vehículo de logística para participar en las operaciones.
El optimismo de las autoridades se debe a las previsiones meteorológicas que anuncian lluvias ayer por la noche y para este día. Habitantes de zonas consideradas fuera de peligro están autorizados a regresar a sus casas y se reabrieron casi todas las carreteras.
La detención preventiva de dos hermanos, sospechosos de haber provocado el incendio “por negligencia”, fue prolongada ayer. Se sospecha que estos adolescentes de la aldea drusa árabe israelí de Isfiya, en el macizo del Carmelo, dejaron ascuas en un claro del bosque tras una comida campestre.