Ciudad de Guatemala.
El titular de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), Iván Velásquez, aseguró ayer que no existe una polarización en la sociedad tras la crisis política que vive el país e insistió en que ese término está siendo utilizado por los corruptos para defenderse.
“Los corruptos pretenden insistir en ese debate como un mecanismo de protección”, respondió el colombiano a una pregunta del público durante la presentación del libro La corrupción: sus caminos e impacto en la sociedad y una agenda para enfrentarla en el Triángulo Norte Centroamericano, que se realizó de forma simultánea en los tres países que integran esta zona.
Para el abogado colombiano, jefe de la Cicig desde 2013, un sector “mayoritario” de la población ha mostrado su repudio a la corrupción y la impunidad, mientras que otro sector “minoritario” está “comprometido con la corrupción”.
Esta tesitura “se presenta como una polarización que en realidad no existe”, arguyó Velásquez, un hombre que emprendió al frente de la Cicig una lucha comprometida y férrea contra la lacra de la corrupción junto con el Ministerio Público, aunque el presidente, Jimmy Morales, intentó su expulsión del país en agosto por considerar que se extralimitaba en su mandato.
El abogado colombiano, que no respondió a preguntas de la prensa, enfatizó durante su discurso que el libro presentado ejemplifica a la perfección la relación entre “democracia y corrupción”, mostrando así la comprensión de la dimensión del fenómeno y su incidencia en los países. Los casos que se han desarticulado en el Triángulo Norte - El Salvador, Honduras y Guatemala-, son “síntomas, expresiones o resultados del sistema”, de que “algo no está funcionando bien”, y los “tramposos” usan esos vacíos para operar a través de redes político y económicas que detectan esas debilidades y se aprovechan.
El titular de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), Iván Velásquez, aseguró ayer que no existe una polarización en la sociedad tras la crisis política que vive el país e insistió en que ese término está siendo utilizado por los corruptos para defenderse.
“Los corruptos pretenden insistir en ese debate como un mecanismo de protección”, respondió el colombiano a una pregunta del público durante la presentación del libro La corrupción: sus caminos e impacto en la sociedad y una agenda para enfrentarla en el Triángulo Norte Centroamericano, que se realizó de forma simultánea en los tres países que integran esta zona.
Para el abogado colombiano, jefe de la Cicig desde 2013, un sector “mayoritario” de la población ha mostrado su repudio a la corrupción y la impunidad, mientras que otro sector “minoritario” está “comprometido con la corrupción”.
Esta tesitura “se presenta como una polarización que en realidad no existe”, arguyó Velásquez, un hombre que emprendió al frente de la Cicig una lucha comprometida y férrea contra la lacra de la corrupción junto con el Ministerio Público, aunque el presidente, Jimmy Morales, intentó su expulsión del país en agosto por considerar que se extralimitaba en su mandato.
El abogado colombiano, que no respondió a preguntas de la prensa, enfatizó durante su discurso que el libro presentado ejemplifica a la perfección la relación entre “democracia y corrupción”, mostrando así la comprensión de la dimensión del fenómeno y su incidencia en los países. Los casos que se han desarticulado en el Triángulo Norte - El Salvador, Honduras y Guatemala-, son “síntomas, expresiones o resultados del sistema”, de que “algo no está funcionando bien”, y los “tramposos” usan esos vacíos para operar a través de redes político y económicas que detectan esas debilidades y se aprovechan.