El cardenal francés Paul Poupard, que estaba a algunos metros del Papa el jueves por la noche en la basílica de San Pedro, describió en la radio francesa RTL la rapidez de la agresión de la que fue víctima Benedicto XVI antes de la misa del Gallo.
'Estaba a dos pasos, era uno de los que estaba más cerca de él (...), avanzábamos cantando con la alegría de Navidad y de repente oí un grito, me giré y entonces vi a una persona que se abalanzaba', describió en antena.
Poupard se encontraba con el resto de cardenales que avanzaban con el Papa durante la procesión de la basílica de San Pedro en el Vaticano, antes de la misa del Gallo, que había sido adelantada para las 22H00 (21H00 GMT).
Entonces una mujer saltó las barreras de seguridad y tiró a Benedicto XVI al suelo. El cardenal Poupard dijo no haber visto la escena, que ocurrió muy rápido: 'Estás tres metros adelante y cuando te giras ya pasó todo. (...) Me giré y vi que alguien volvía a colocar la mitra al Papa'.
Añadió que después del incidente, 'redobló las oraciones' por el Papa. 'Yo se lo dije y él, evidentemente, me lo agradeció. Después nos saludó a todos tranquilamente', dijo, y añadió que lo de ayer fue 'objetivamente una amenaza contra la persona del Papa'.
'Retrospectivamente uno dice que debería haber más vigilancia y que los encargados de su seguridad no pueden descuidarse ni un segundo', indicó Poupard.
Reconoció también la dificultad de la tarea: 'Puedes registrarlo todo, pero si alguien tiene verdaderamente la voluntad de hacer daño, puede hacerlo, no se puede evitar al 100%'.
