Los desempleados británicos con problemas de obesidad que no cumplan el tratamiento médico para adelgazar podrían perder prestaciones sociales, según un plan que anunció el primer ministro del Reino Unido. Cameron calcula que las nuevas restricciones podrían afectar a unas 100,000 personas.
David Cameron ya ha trasladado su propuesta al ministerio de Salud para que evalúe las pautas en las que tanto los obesos como los alcohólicos y drogadictos “con condiciones tratables” que no se sometan a terapia podrían perder los subsidios estatales.
“Algunos tienen problemas de alcohol o de drogas, pero rechazan tratarse. En otros casos, hay gente que tiene problemas de peso que se podrían solventar, pero en lugar de eso eligen llevar una vida sustentada por las ayudas y no trabajar”, sostuvo Cameron quien añadió que “no es justo que los contribuyentes costeen los subsidios de la gente que rechaza esa ayuda”.
En el Reino Unido, donde no se requiere someterse a tratamiento para pedir prestaciones, cerca del 60 % de los 2.5 millones de personas que reciben subsidios por enfermedad llevan cobrando esas ayudas más de cinco años.