El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, borró un mensaje que colocó en el año 2017 en su cuenta de Twitter sobre la reelección del presidente hondureño Juan Orlando Hernández.
“A JOH no le importó incendiar Honduras para mantenerse en el poder. Si la comunidad internacional no detiene esto, ¿con qué moral nos vendrán a hablar de democracia después?”, decía el tweet que colgó Bukele.
Un usuario identificado en las redes sociales como @netomejia fue quien descubrió que el presidente salvadoreño había eliminado su post, puesto que él mismo reaccionó en su momento cuando Bukele discrepó la determinación tomada por Juan Orlando Hernández de buscar una segunda presidencia en Honduras.
El usuario corroboró el mensaje escrito y posteriormente borrado por Bukele a través de unas capturas de pantalla. El tweet de @netomejia detonó una ola de reacciones en las redes sociales, la mayoría cuestionando la posición de Bukele en unos pocos años, catologando su forma de pensar como “un doble discurso” con relación al continuismo.
El usuario es Ernesto Mejía, cuyo perfil social indica que es periodista, lector indisciplinado, amante de la filosofía, la economía y la política.
La decisión de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador de validar la reelección presidencial genera preocupación en diferentes sectores, entre ellos el gobierno de Estados Unidos, que la cuestionan por considerar que es inconstitucional.
La encargada de negocios de Estados Unidos en San Salvador, Jean Manes, condenó hace unos días la resolución de la Corte Suprema. “Estados Unidos condena la decisión tomada el 3 de septiembre por la Sala de lo Constitucional salvadoreña”, dijo la diplomática.
La decisión, según Manes, “es claramente contraria a la Constitución salvadoreña que establece que la reelección inmediata no está permitida”.
La noche del pasado viernes, la Corte dio luz verde para que el presidente Nayib Bukele pueda postularse a la reelección si lo estima conveniente. El mandatario no se ha pronunciado de momento sobre la resolución.
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El fallo de la Corte, dirigido al Tribunal Supremo Electoral (TSE), permite que “una persona que ejerza la presidencia de la República y no haya sido presidente en el período inmediato anterior participe en la contienda electoral por una segunda ocasión”.
Los magistrados de la Sala Constitucional que reinterpretaron la Constitución fueron nombrados en mayo, luego de que la Asamblea Legislativa oficialista destituyera a los cinco magistrados que la conformaban. También fue destituido entonces el fiscal general Raúl Melara.
Los anteriores magistrados de la Sala Constitucional sostenían que el artículo 152 prohibía la reelección de quien “haya desempeñado la presidencia de la República por más de seis meses consecutivos o no, durante el período inmediato anterior o dentro de los últimos seis meses anteriores al inicio del periodo presidencial”. Por esto, un presidente debía esperar dos períodos para postularse nuevamente.
Bukele, de 40 años, goza de un elevado nivel de popularidad que le permitió alcanzar la presidencia en 2019 dando el tiro de gracia al bipartidismo arraigado de la derecha-izquierda en El Salvador durante tres décadas.
Calificado por algunos como cercano al pueblo, pero criticado por la oposición por matices tildados de autoritarios, la popularidad de Bukele aumentó por su gestión de la pandemia de covid-19 con la construcción de un moderno hospital y un acelerado plan de vacunación, según analistas.
Desde mayo pasado, su partido Nuevas Ideas domina el Congreso, lo que le permite gobernar sin obstáculos. El mandato de cinco años de Bukele finaliza el 31 mayo de 2024 y gracias a esta decisión podría participar en los comicios de ese mismo año para buscar la reelección.
Para el 15 de septiembre, cuando El Salvador y otros países centroamericanos celebran 200 años de independencia, el vicepresidente Félix Ulloa entregará a Bukele el proyecto de una reforma constitucional que además amplía el mandato presidencial de cinco a seis años.