Una lluvia torrencial, con cerca de 70 milímetros caídos en una hora, inundó ayer gran parte de la capital argentina por segunda vez en una semana, lo que obligó a suspender servicios de varias líneas de subtes y trenes y a cortar el tránsito en calles y autopistas.
El fenómeno climático afectó a Buenos Aires y numerosas localidades de su poblada periferia, que en su conjunto integran un conglomerado de unos 12 millones de habitantes. Unos 66.9 milímetros cayeron en una hora, en el momento más fuerte de la tormenta, según datos del servicio meteorológico.
Daños
El agua inundó viviendas, calles y avenidas del centro y los barrios porteños, interrumpiéndose totalmente el tránsito en varios sectores de la ciudad. En varios barrios se cortó el suministro de energía eléctrica, dijo una vocera de la empresa responsable. “Pedimos a todos los vecinos de la ciudad que no se mande a cruzar las calles cuando vea que están inundadas, que vea si está la gente de Defensa Civil que está ayudando a cruzar las avenidas con sogas”, dijo el jefe de Gabinete de la alcaldía porteña, Horacio Rodríguez Larreta.