El presidente Barack Obama llegó ayer a Bagdad en una visita sorpresa, su primera estancia en Irak desde que llegó a la Casa Blanca, en un momento en que este país sufre un recrudecimiento de la violencia.
Tras una gira europea que finalizó en Turquía, donde trató de reconciliar a EUA con el mundo musulmán. Durante esta visita que no fue anunciada por motivos de seguridad, se desplazó a Camp Victory, la mayor base militar estadounidense, donde tenía previsto reunirse con el comandante de las fuerzas estadounidenses en Irak, el general Ray Odierno, y condecoró a varios soldados. Obama estimó que “los próximos 18 meses” pueden ser un “periodo crítico” para Irak.