El sismo que sacudió el centro de Italia el lunes causó 235 muertos, según un nuevo balance anunciado el martes por la noche por los servicios de protección civil, citados por la televisión Rainews 24.
El balance anterior era de 228 muertos, según fuentes hospitalarias en L'Aquila, la capital de la región devastada de Abruzo.
El número de heridos, 1,000 personas, y de damnificados, unos 17,000, no cambió según las últimas cifras facilitadas por el centro de coordinación de rescate de L'Aquila.
Durante la tarde, un nuevo cuerpo fue hallado entre los escombros de una casa del centro de la ciudad de L'Aquila El equipo de socorro también consiguió rescatar con vida a un mujer de 20 años, después de estar 42 horas entre las ruinas.
Aumenta a 207 el número de muerto por sismo
La cifra de muertos por el peor terremoto en tres décadas en Italia trepó este martes a 207 mientras los rescatistas cavaban desesperadamente entre los escombros de los edificios derribados en busca de desaparecidos.
Un intenso remezón hizo salir corriendo a los trabajadores de emergencias de un dormitorio universitario parcialmente derribado, en un recordatorio de que sigue el peligro en la zona sísmica.
El primer ministro Silvio Berlusconi inspeccionó en helicóptero la región devastada y dijo que los esfuerzos de rescate seguirán dos días más, después de los cuales prácticamente no habrá más esperanzas de supervivencia. Agregó que había 15 desaparecidos.
'Los esfuerzos de rescate seguirán otras 48 horas a partir de hoy hasta tener certeza de que no hay nadie más con vida', dijo Berlusconi a la prensa.
El sismo de magnitud 6,3 se produjo en la ciudad de L'Aquila y pueblos circundantes en las primeras horas del lunes, aplastando edificios y reduciendo manzanas enteras a pilas de escombros y polvo.
Los rescatistas trabajaron durante la noche dentro del dormitorio de cuatro pisos y extrajeron dos cadáveres de entre los escombros. Pero salieron corriendo cuando el remezón de magnitud 4,9 se produjo a las 11.26 de la mañana.
Berlusconi dijo que podrían quedar hasta cuatro estudiantes dentro del dormitorio.
El primer ministro agregó que por lo menos cien del millar de heridos se encuentran en estado grave. Agregó que 190 de las víctimas han sido identificadas.
Los trabajadores de emergencias buscaban a otros sepultados entre los restos en L'Aquila, una ciudad histórica de unos 70.000 habitantes.
Se ha producido una serie de remezones desde el terremoto el lunes temprano, que también dejó a decenas de miles de personas sin hogar. El remezón del martes se sintió más intenso en L'Aquila, una ciudad de tesoros arquitectónicos románicos, góticos, barrocos y renacentistas en un valle rodeado por los montes nevados de los Apeninos.
Dos edificios en Pettino, un suburbio de L'Aquila, se derrumbaron después del remezón, dijeron bomberos a la prensa local. No se cree que hubiera nadie dentro de las dos estructuras.
El remezón se sintió también en el pueblo semidestruido de Onna, a 10 kilómetros (6 millas) de distancia, pero no causó pánico.
Los ancianos, niños y mujeres embarazadas recibieron atención prioritaria en los campamentos con carpas. Otros dormían en automóviles o habían hecho arreglos para alojarse con familiares o en otras casas propias fuera de la zona del terremoto.
Con seis meses de embarazo, la peruana Sandra Padil pasó la noche en una carpa sin otra protección con una temperatura que descendió a 6 grados centígrados (43 Fahrenheit) y que se tornó gélida por el aire húmedo de las montañas.
'Estamos más tranquilos a la intemperie', dijo Padil, de 32 años, que vive en L'Aquila desde 1996. 'No tuvimos cobijas y hacía frío, pero al menos esta mañana nos dieron desayuno. Esperemos que esto termine pronto'.
El campamento de carpas donde Padil pernoctó era uno de los varios instalados en L'Aquila. Algunos ancianos parecieron desorientados mientras caminaban entre las carpas.
Los grupos de rescate trabajaron durante la noche con luces potentes aunque persistieron los temblores secundarios con la esperanza de encontrar a los desaparecidos.
Entre las pilas de escombros había evidencias de vidas destrozadas: ropas rasgadas, animales de peluche rotos y restos de muebles.
Sismo deja 179 muertos y 70 mil damnificados
Al menos 179 personas murieron, 1,500 resultan heridas y 70 mil se quedaron sin hogar ayer en uno de los peores terremotos que ha sacudido a Italia en los últimos diez años y que destruyó casas, edificios y monumentos de la región de Abruzos, al este de Roma.
La última cifra de muertos, aún provisional, la dieron los hospitales de L’Aquila, la capital regional, una ciudad de unos 70 mil habitantes que resultó la más afectada.
Los bomberos lograron rescatar con vida a sesenta personas de entre los escombros de los edificios derrumbados, según el balance que hicieron de la primera jornada. Sin embargo, se teme que la llegada de la noche y la lluvia entorpezcan las tareas.
Plan de emergencia
El jefe de Gobierno italiano Silvio Berlusconi, viajó a L’Aquila, donde las autoridades instalaron tiendas de campaña para alojar a unos 20 mil damnificados; otros serán instalados en hoteles de la costa.
“Es una tragedia sin precedentes en los años recientes”, afirmó Berlusconi. Él anuló un viaje oficial a Rusia y decretó el estado de emergencia.
El sismo con una magnitud de momento 6.2 tuvo su epicentro a 8.8 km de profundidad. Entre los muertos se cuentan varios niños. Hay también numerosas personas que se encuentran atrapadas bajo los escombros.
Unas 200 réplicas de poca importancia siguieron al terremoto, dijo a la prensa un responsable de la Comisión de Riesgos Naturales italiana, que no descartó que se produzca un nuevo sismo de gran intensidad.
Sobreviviente
“Viví 20 segundos en el infierno. Mi casa se derrumbó, quedó destruida, no se puede recuperar nada”, asegura a la AFP un sobreviviente mientras mira lo que queda de su casa en L’Aquila, 110 km al noreste de Roma.
La céntrica calle de la ciudad medieval, conocida por sus monumentos artísticos, parece “bombardeada”, con pedazos de edificios y cúmulos de tierra.
A pocos metros, los socorristas extrajeron los cuerpos de cuatro estudiantes de la Casa del Estudiante, donde residen jóvenes de toda la península, así como extranjeros que acuden a la renombrada Universidad de L’Aquila. “Desde hace tres meses sentimos temblores, cada vez más fuertes. Ayer fue el apocalipsis”, sostiene María.
Aún desconcertada, la ciudad comienza a contar los muertos a la vez que miles de habitantes y grupos de turistas con las maletas en la mano intentan huir a cualquier precio de la zona, atemorizados por las réplicas del sismo que siguen sacudiendo a la región.
Numerosas personas se refugiaron en los automóviles estacionados frente a sus casas y serán trasladados a tiendas de campañas que comenzaron a ser instaladas en el estadio de la ciudad.
“A las once de la noche sentimos el primer temblor, otro dos horas después, entonces resolvimos salir a la calle; pero después de un buen tiempo volvimos a entrar y ahí se desplomó el edificio. ¡Salí a la calle en calzones”, contó Marco.
Daños
El Ministerio de Bienes Culturales envió un equipo de expertos para establecer los daños en las iglesias y monumentos, que en algunos casos quedaron parcialmente arruinados, como el castillo del siglo XVI que domina L’Aquila. Una de sus iglesias más bellas e imponentes, la basílica de Santa Maria di Collemaggio, del siglo XIII, así como las iglesias barrocas de Santo Agostino y del Suffragio, del siglo XVIII, sufrieron parciales derrumbes, indicó en un comunicado el Ministerio de Bienes Culturales italianos.
Las célebres Termas de Caracalla, uno de los monumentos más imponentes de la Roma imperial, construidas en el siglo III, resultaron levemente dañadas, según un funcionario de la Alcaldía de la capital.
Los hospitales y médicos de toda Italia ofrecieron su ayuda y en Roma se abrió un centro para donar sangre. Berlusconi tuvo anoche una reunión extraordinaria del consejo de ministros, el desbloqueo de 30 millones de euros de urgencia.
El papa Benedicto XVI manifestó su dolor por las víctimas y “en particular por los niños”. Italia es uno de los países más expuestos a temblores y sismos por su constitución geofísica. Según las autoridades, al menos veinte millones de italianos “están expuestos a riesgo sísmico”.
Comunidad internacional
El secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, deploró ayer la pérdida de vidas y la destrucción causada por el violento sismo que sacudió la región central de Italia y se dispone a enviar ayuda, dijo su portavoz Michele Montas.
“El secretario general está consternado por la pérdida de vidas y la destrucción de bienes en el centro de Italia y envía sus condolencias a los afectados”, dijo la vocera en una rueda de prensa. Montas añadió que la ONU había comunicado al Gobierno de Italia su disposición a prestar ayuda, pero dijo que hasta el momento no se recibió ningún pedido concreto.
El Gobierno de Estados Unidos hizo saber que donará 50 mil dólares en ayuda de emergencia a Italia. “Hemos enviado nuestras muestras de pesar a las familias de los muertos en el terremoto. Nuestra embajada en Roma suministrará 5 mil dólares en ayuda de emergencia”, dijo a reporteros el portavoz del Departamento de Estado, Robert Wood.
El presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva envió a su par italiano, Giorgio Napolitano, y al primer ministro, Silvio Berlusconi, un mensaje de condolencias a las familias de las víctimas del terremoto que este lunes dejó más de 150 muertos en el centro de Italia.