Anderson, el niño hondureño que rompió en llanto tras cruzar el Río Bravo, Estados Unidos, por aguantar hambre, fue deportado junto a su padre a Reynosa, México.
El 'sueño americano' duró poco pues solo estuvieron unas horas en suelo estadounidense.
'Me siento muy mal, siento mucha tristeza' por la muerte su madre comento el niño a un periodista de Telemundo Noticias.
Reynaldo Hernández, padre de Anderson, aseguró que luchará para ingresar legalmente a Estados Unidos.
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El hondureño afirmó que perdió su trabajo vendiendo helados luego de que ladrones se metieran a su casa y robaran sus pertenencias, incluyendo el freezer que utilizaba para almacenar los productos.
Anderson y su padre llegaron a EEUU en plena oleada migratoria, en la que según las autoridades estadounidenses han detenido a más de un millón de inmigrantes en la frontera en los últimos nueve meses.
Texas ha comenzado oficialmente a detener migrantes que recién cruzaron la frontera como parte del plan de seguridad fronteriza del gobernador Greg Abbott, que este viernes dijo que su estado no tenderá la “alfombra roja” para los indocumentados.
Atrapar a inmigrantes
“Texas no extenderá la alfombra roja como la Administración (del presidente Joe) Biden”, dijo el gobernador republicano en un mensaje en su cuenta de Twitter.Añadió que los “inmigrantes ilegales atrapados traspasando (la frontera) a Texas serán arrestados y enviados a la cárcel. No más atrapar y liberar”.
El mensaje estaba acompañado con su intervención en Fox News sobre la puesta en marcha de su plan de arrestar a inmigrantes que cruzan la frontera por infracciones estatales como allanamiento de morada.
En junio se registró un incremento de 4,5 % sobre las cifras del mes anterior, que había supuesto un récord histórico de más de dos décadas.