Un niño hondureño de 8 años de edad relató la dura travesía que atravesó junto a su padre en la ruta migratoria hacia Estados Unidos.
Anderson rompió en llanto tras cruzar el Río Bravo junto a su padre, relatando a la cadena Telemundo que lloraba porque estaba aguantando hambre desde que inició el viaje para cruzar la frontera.
'Vengo aguantando hambre, no bebí ni agua', dijo el pequeño a un periodista de Telemundo Noticias.
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El hondureño afirmó que perdió su trabajo vendiendo helados luego de que ladrones se metieran a su casa y robaran sus pertenencias, incluyendo el freezer que utilizaba para almacenar los productos.
Anderson y su padre llegaron a EEUU en plena oleada migratoria, en la que según las autoridades estadounidenses han detenido a más de un millón de inmigrantes en la frontera en los últimos nueve meses.
Los agentes de CBP registraron 'encuentros' con 1.119.204 inmigrantes indocumentados a lo largo de la frontera con México en junio, la mayor cifra en al menos una década, y eso que faltan todavía tres meses para cerrar el actual año fiscal, que concluye el próximo 30 de septiembre.
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En junio pasado se registró un incremento del 4,5 % sobre las cifras del mes anterior, que había supuesto un récord histórico de más de dos décadas, y todo a pesar de las altas temperaturas que deben sufrir los inmigrantes que cruzan de manera irregular la frontera.
'Estamos en la temporada más calurosa del verano y vemos un alto número de llamadas a CBP por migrantes abandonados en territorio traicionero por contrabandistas sin consideración por la vida humana', dijo el director interino de la agencia, Troy Miller.
De los más de 188.000 inmigrantes, 103.014 fueron expulsados de manera inmediata en virtud del Título 42, medida aprobada por la administración del expresidente Donald Trump y que permite deportar a los inmigrantes y solicitantes de asilo con el argumento de la crisis sanitaria causada por la covid-19.