Gobiernos aliados y adversarios de EUA en América Latina se unieron este miércoles para pedirle explicaciones por la supuesta red de espionaje que puso en marcha en la región, con especial foco en Brasil, México y Colombia, tal como lo denunció el fugitivo extécnico de la CIA Edward Snowden.
Desde países cercanos a Estados Unidos, como Chile, Colombia y México, hasta sus críticos acérrimos, como Ecuador y Venezuela, pasando por moderados, como Brasil y Costa Rica, los latinoamericanos reclaman al poderoso vecino del norte que explique si es verdad que estaban considerados como “blanco prioritario” para sus servicios secretos.
Colombia, un aliado clave de los estadounidenses, de los que recibe gran ayuda militar, económica y de inteligencia, solicitó explicaciones y expresó su “rechazo” y “preocupación” ante las denuncias de Snowden a la prensa brasileña de que era espiado masivamente.
El embajador estadounidense en Bogotá, Peter Michael McKinley, dijo ayer que su país responderá por los canales diplomáticos a Colombia, nación que padece un conflicto interno desde hace medio siglo con la operación de guerrilleros de izquierda, paramilitares de derecha y narcotraficantes que envían toneladas de drogas a Estados Unidos y Europa.
Según los medios de comunicación de Brasil, el vasto esquema de espionaje era operado por la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por su sigla en inglés) y la Agencia Central de Inteligencia (CIA), entidad esta última que históricamente ha sido mirada con desconfianza en América Latina.
Basado en la versión de Snowden, quien se halla desde el 23 de junio en el aeropuerto de Moscú, el diario brasileño O Globo aseguró el martes que la NSA y la CIA también espiaron, aunque con menor intensidad, a Venezuela, Argentina, Ecuador, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Paraguay, Chile, Perú y El Salvador.
Investigación
La Cancillería de Chile señaló ayer que “procurará verificar la autenticidad” de los informes de prensa sobre el supuesto espionaje para pedir las explicaciones pertinentes, al tiempo que condenó estas prácticas cualquiera sea su origen.
El gobierno del presidente mexicano Enrique Peña Nieto exigió el martes a su vecino y socio comercial del norte “una información amplia” en torno al presunto espionaje en medio de exigencias de líderes políticos de que tales explicaciones deberán ser “precisas y urgentes”.
La Cancillería mexicana señaló que “estará atenta a la procura y evaluación de la información solicitada” y destacó que las “relaciones entre países se conducen con respeto y apego al marco legal y condena enérgicamente cualquier desviación de esta práctica”.
La presidenta costarricense Laura Chinchilla valoró como “sano” que se haya “abierto” un debate “amplio” sobre el presunto espionaje de EUA y llamó a discutir “sobre cuál debe ser el balance entre la protección de la seguridad de una nación y sus ciudadanos frente al respeto del derecho de otras naciones”.
Su homóloga argentina Cristina Fernández aseguró que durante la cumbre de Mercosur, que se celebrará este fin de semana en Uruguay, habrá un “fuerte pronunciamiento” de los países miembros en contra de las supuestas actividades de espionaje de Estados Unidos.
“Me corrió frío por la espalda cuando nos enteramos de que nos están espiando desde el norte”, dijo la presidenta de Argentina.
La mandataria brasileña Dilma Rousseff enfatizó en que su Gobierno rechaza tales prácticas de espionaje masivo y se propone denunciar el caso ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU.
Ecuador dijo que el asunto del presunto espionaje debería tratarse en la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas, en septiembre.
Snowden
Edward Snowden está satisfecho con el debate que provocó al revelar secretos de espionaje estadounidense. Pese a estar bloqueado en el aeropuerto de Moscú hace 17 días sin pasaporte, el informático está tranquilo y sin miedo, según dijo al periodista Glenn Greenwald tras hablar con él el martes.
“Está un poco ansioso sobre el próximo paso, sobre lo que está haciendo, pero se siente muy bien sobre el debate que provocó”, dijo Greenwald, que vive en Río de Janeiro y publicó en el diario británico The Guardian las primeras revelaciones del caso, en entrevista con la AFP.
“Está muy calmado, sin miedo y definitivamente feliz por las decisiones que tomó”, añadió.
“No había hablado con él en dos semanas desde que salió de Hong Kong hasta el sábado, cuando hablé con él por primera vez, y después nuevamente ayer” martes, dijo el periodista, que se comunica con Snowden por chat o email en código, y nunca por teléfono. Efe/AFP