El alcalde de Maracaibo Manuel Rosales, uno de los principales líderes opositores al presidente venezolano Hugo Chávez, se encuentra en Perú pero no ha solicitado asilo político, dijo el martes el canciller José Antonio García Belaunde.
García Belaunde confirmó que Rosales, férreo opositor de Chávez, ingresó a Perú en calidad de turista. 'Está como turista. No se en qué fecha entró', dijo el canciller en declaraciones a la televisora CNN.
'No ha pedido asilo', aclaró el canciller.
El canciller declinó extenderse en el tema, y solo dijo que el asilo político se solicita a través del ministerio del interior, y el gobierno peruano evalúa el caso para determinar si existen razones que ameriten la concesión de asilo.
Posteriormente en una entrevista con la televisora local de cable Canal N, García Belaunde descartó que las relaciones con Venezuela se compliquen si Perú decidiera dar asilo político a Rosales. 'Yo creo que la relación entre Venezuela y Perú marcha por buen carril, se está llevando muy cordialmente y así va seguir', manifestó.
El diario El Comercio informó en su primera plana el martes que Rosales había llegado a Lima el domingo en busca de asilo político, y también de contactos con representaciones extranjeras acreditadas en Perú al manejar también como opción la posibilidad de obtener refugio en un tercer país.
Rosales, quien se mantiene en la clandestinidad desde finales de marzo, afronta en su país un proceso por presunto enriquecimiento ilícito cuando fue gobernador del estado de Zulia, entre los años 2000 y 2004.
Omar Barboza, presidente del partido Un Nuevo Tiempo, del cual Rosales es fundador, dijo el lunes en Venezuela que Rosales 'no se presentará a un tribunal convertido en instrumento político'.
Denunció que el proceso está plagado de un 'rosario de violaciones procesales'.
'La entrega de Manuel Rosales no sería una entrega a la justicia venezolana, sería una entrega a Hugo Chávez, que lo está persiguiendo', afirmó.
Barboza había adelantado en la víspera que una comisión del partido realizaba gestiones para lograr que un 'país amigo' otorgara asilo político a Rosales, quien, aseguró, esperaba mantener su activismo político 'sin exponerse a una persecución en una actividad clandestina o ilegal en Venezuela'.