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A cinco años del terremoto, Haití sigue en ruinas

  • 12 enero 2015 /

El empobrecido país continúa con un lento proceso de reconstrucción tras las secuelas de un devastador terremoto.

Puerto Príncipe, Haití.

Los haitianos rindieron homenaje este lunes a las víctimas del devastador terremoto de 2010 que asoló el país más pobre del continente americano, también sumido en una grave crisis política.

Cinco años después de la catástrofe, que dejó 300,000 muertos y destruyó la capital Puerto Príncipe, el gobierno haitiano decretó el 12 de enero 'día de reflexión y conmemoración', y la bandera nacional ondeará a media asta en señal de duelo.

Desde el domingo, los haitianos acudían numerosos a las iglesias y templos. 'Debemos recordar a las víctimas y aprender de este desastre', urgió un pastor en una iglesia abarrotada de fieles.

Foto: La Prensa

Los haitianos se volcaron a las iglesias para honrar la memoria de los más de 300,000 fallecidos en el devastador terremotó que asoló el país hace cinco años.
'Este 12 de enero, me quedaré en casa, voy a rezar en memoria de los fallecidos', dijo Mirlie St-Preux, de 24 años, que aún recuerda como si fuera ayer el terrible sismo que la sorprendió en las calles de Haití. 'Después del terremoto, no podía creer que había tantas víctimas y destrucción', recuerda.

'Nada ha cambiado', lamenta la estudiante en diplomacia. 'La reconstrucción se limita a algunos edificios públicos. Necesitamos más ayuda', agrega.

Desde el fatal terremoto, que dejó a 1,5 millones de personas sin hogar, '79.397 desplazados (...) siguen viviendo en 105 campos en Haití', pero el número de familias desplazadas disminuyó en un 94% y el número de campamentos en un 93%, según un informe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Foto: La Prensa

Una fotografía muestra la destrucción en una zona de la capital haitiana, y la reconstrucción actual en el mismo lugar.
Las carencias

En Canaan, un barrio construido en el extremo norte de la ciudad tras el terremoto, cerca de 300,000 personas viven en condiciones difíciles, a menudo sin agua corriente ni electricidad.

A pesar de los servicios proporcionados por las ONG - cada vez menos visibles -, los residentes de los campamentos lamentan la ausencia del Estado haitiano.

Además, la grave crisis política que atraviesa el país complica los esfuerzos de reconstrucción.

'A medida que la ayuda internacional comienza a disminuir después de haber sido excepcionalmente alta en respuesta al desastre, los indicadores sociales podrían revertirse si no se mantienen los esfuerzos, y si el crecimiento no aumenta', estima el Banco Mundial.