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Dos tiroteos masivos en Texas y Ohio dejan 29 muertos

  • 04 agosto 2019 /

Demócratas acusan a Trump de alentar el odio contra los hispanos México estudia demandar por terrorismo tras muerte de seis inmigrantes en masacre en El Paso

    Texas.

    Estados Unidos se encuentra conmocionado luego de que dos tiroteos masivos se cobraran la vida de al menos 29 personas en Texas y Ohio este fin de semana.

    Las masacres, cometidas ambas por jóvenes blancos, reabrieron el debate de las armas de fuego y la retórica incendiaria del presidente de EEUU, Donald Trump, en plena campaña por las elecciones presidenciales de 2020.

    En El Paso, Texas, un hombre armado abrió fuego el sábado por la tarde en un centro comercial que se encontraba abarrotado de compradores por la temporada de regreso a la escuela, la mayoría de ellos hispanos.

    Las autoridades locales anunciaron que pedirán la pena de muerte contra el atacante, un joven de 21 años identificado como Patrick Crusius, tras sospechar de una motivación racista en el ataque.

    Crusius mató a 20 personas e hirió a otras 26 antes de entregarse. La Policía investiga un manifiesto, que se le ha atribuido y en el que el autor habla de “una invasión hispana de Texas”.

    LEA: Autor de tiroteo en Ohio mató a su única hermana en la masacre

    Las primeras víctimas del ataque en El Paso fueron identificadas ayer, entre estas se encuentran Jordan Anchondo, una joven madre que murió protegiendo a su bebé de dos meses, su esposo, André Anchondo y el adolescente mexicano Javier Rodríguez.

    En el escrito de 2,300 palabras, Crusius afirmó que estaba “defendiendo” a su país “del reemplazo cultural y étnico provocado por una invasión de hispanos”.

    También indicó que pasó menos de un mes preparándose para el tiroteo. “Tengo que hacer esto antes de perder el valor”, señaló en el texto. “Los hispanos tomarán el control de los gobiernos local y estatal de mi amado Texas”, dice el manifiesto publicado en internet 20 minutos antes del ataque más letal en lo que va del año en EEUU.

    Los estadounidenses lloran la muerte de 29 personas en menos de 24 horas en dos tiroteos masivos.

    Agregó que su muerte será “inevitable”. “Si la Policía no me mata, probablemente uno de los invasores me disparará. La captura en este caso es mucho peor que morir durante el tiroteo porque de todos modos recibiré la pena de muerte”, agregó

    El caso está siendo tratado como “terrorismo local”, anunció la justicia federal.

    Varios precandidatos presidenciales demócratas, como Beto O’Rourke, excongresista por Texas y nacido en El Paso, acusaron a la agresiva retórica antiinmigrante del presidente estadounidense Donald Trump.

    “Hemos visto un aumento en los crímenes de odio en los últimos tres años durante una Administración en la que tienes a un presidente que llama a los mexicanos violadores y criminales. Es un racista y aviva el racismo. Y eso cambia el carácter de este país y lleva a la violencia”, afirmó O’Rourke tras visitar a los heridos en hospitales en la ciudad.

    “Cuando tienes al presidente de la oficina más alta de la tierra hablando de ‘invasiones’ e ‘infestaciones’, ese tipo de cosas dañan el tejido moral de nuestro país. Él es responsable”, agregó el senador de Nueva Jersey Cory Booker.

    Medidas.

    Trump, que pasó el fin de semana en su club de golf de Bedminster, Nueva Jersey, afirmó que “el odio no tiene cabida en nuestro país”. En unas breves declaraciones, el mandatario indicó que los tiroteos eran parte “de un problema de salud mental”.

    Trump señaló que había hablado con los gobernadores de Texas y Ohio, así como con el fiscal general, William Barr, y miembros del Congreso para ver qué medidas se podrían aplicar para frenar la violencia con armas de fuego en EEUU. Anunció, asimismo, que este lunes ofrecerá una declaración oficial desde la Casa Blanca.

    El Paso es una ciudad fronteriza con México con cerca de 700,000 habitantes, y según datos del Censo, más del 80% de la población es de origen hispano.

    El centro comercial adonde se produjo el tiroteo se encuentra muy cerca de la frontera con México y es muy popular entre los ciudadanos mexicanos como lugar de compra durante los fines de semana.

    En los últimos meses, El Paso también se ha convertido en el epicentro de la inmigración ilegal, al registrar el cruce de miles de inmigrantes centroamericanos, la mayoría hondureños, que buscan asilo en Estados Unidos.

    El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, confirmó ayer que seis de los muertos eran mexicanos y que otros siete se encuentran entre los heridos.

    Su Gobierno anunció ayer que tomará acciones legales “contundentes” para exigir a Estados Unidos que proteja a sus ciudadanos en ese país. El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, anunció que se valorará la extradición del responsable del tiroteo a quien buscan demandar por terrorismo.

    Diez muertos en un minuto.

    Apenas trece horas después del ataque de El Paso, un hombre blanco de 24 años sembró terror en Dayton, Ohio, matando a nueve personas en menos de un minuto, incluyendo a su hermana.

    El atacante, identificado como Connor Betts, mató a nueve personas, seis de estas afroamericanas, e hirió a otras 27, antes de ser abatido a tiros por la Policía que patrullaba el área.

    “Si no hubieran estado allí podríamos haber tenido cientos de muertos y heridos”, dijo Nan Whaley, alcalde de la ciudad. El sospechoso usó un rifle de asalto equipado con cargadores de alta capacidad, tenía municiones adicionales y llevaba un chaleco antibalas. Sus motivos se desconocen, por el momento.

    Anthony Reynolds, quien salía de un club nocturno con un primo en ese momento, describió la escena de terror.

    “Cuando vimos que los cuerpos empezaban a caer, nos dimos cuenta de que era grave (...) le gritamos a la gente ‘corran, hay un tirador’ porque muchos estaban conmocionados y no sabía qué hacer”, dijo.

    Ambas tragedias causaron indignación a lo largo de todo el país. “Ya es hora de actuar y poner fin a esta epidemia de violencia armada”, afirmó el favorito de las primarias demócratas, Joe Biden.