Bagdad, Afganistán.
Bélgica, Turquía, Bangladés y otra vez Irak. La red terrorista del Estado Islámico (Isis) no cesa en su lucha por expandir el terror en el mundo y ayer golpeó de nuevo, esta vez en Bagdad. La explosión de dos autos bomba en una zona comercial del centro de Bagdad causó ayer la muerte de 125 personas, la cifra más elevada de víctimas mortales en un solo ataque registrada este año en ese país.
El atentado ocurrió mientras numerosas familias se habían reunido en ese lugar para romper el ayuno por el Ramadán y ver el partido entre Alemania e Italia de los cuartos de final de la Eurocopa en un café.
La fuerza de la explosión fue tal que destruyó un edificio de varios niveles en donde operaban la cafetería, varias tiendas y un gimnasio.
Según informaron fuentes policiales, 135 personas resultaron heridas en ese ataque, que provocó también graves daños materiales.
El Gobierno decretó tres días de duelo nacional y anunció que se endurecerán las medidas de seguridad en medio de las críticas y cuestionamientos.
El primer ministro, Haider Al Abadi, se desplazó al lugar del atentado y prometió “castigar” a los responsables, pero los bagdadíes están furiosos por la incapacidad del Gobierno de impedir este tipo de ataques.
Una de las nuevas medidas anunciadas es el retiro de detectores de explosivos que han probado ser ineficaces.
Husein Ali, un exsoldado de 24 años, dijo que seis personas que trabajaban en la tienda de su familia murieron y que sus cuerpos quedaron tan calcinados que no han podido ser identificados.
“Voy a volver al frente de batalla. Al menos ahí, puedo luchar. Aquí no sé con qué me enfrento”, dijo a la AFP el joven.
Venganza
El Isis reivindicó el ataque, afirmando que uno de sus combatientes había hecho estallar un coche bomba cerca de una reunión de musulmanes chiitas, según el centro de seguimiento de grupos yihadistas SITE.
El atentado se produce una semana después de que el Isis perdiera la ciudad de Faluya frente a las tropas gubernamentales iraquíes apoyadas por la coalición internacional liderada por Estados Unidos.
El atentado demuestra que a pesar de los reveses sufridos en Irak y Siria, el Isis mantiene su capacidad operativa y es capaz de golpear lejos de sus bases.
Hace dos años, el Isis proclamó un califato en los territorios bajo su control de Irak y Siria, donde llegó a dominar hasta un tercio y la mitad del territorio, respectivamente.
Bélgica, Turquía, Bangladés y otra vez Irak. La red terrorista del Estado Islámico (Isis) no cesa en su lucha por expandir el terror en el mundo y ayer golpeó de nuevo, esta vez en Bagdad. La explosión de dos autos bomba en una zona comercial del centro de Bagdad causó ayer la muerte de 125 personas, la cifra más elevada de víctimas mortales en un solo ataque registrada este año en ese país.
El atentado ocurrió mientras numerosas familias se habían reunido en ese lugar para romper el ayuno por el Ramadán y ver el partido entre Alemania e Italia de los cuartos de final de la Eurocopa en un café.
La fuerza de la explosión fue tal que destruyó un edificio de varios niveles en donde operaban la cafetería, varias tiendas y un gimnasio.
Según informaron fuentes policiales, 135 personas resultaron heridas en ese ataque, que provocó también graves daños materiales.
El Gobierno decretó tres días de duelo nacional y anunció que se endurecerán las medidas de seguridad en medio de las críticas y cuestionamientos.
El atentado de ayer en una zona comercial de Bagdad es la peor masacre registrada en lo que va del año en ese país. Foto: AFP
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Una de las nuevas medidas anunciadas es el retiro de detectores de explosivos que han probado ser ineficaces.
Husein Ali, un exsoldado de 24 años, dijo que seis personas que trabajaban en la tienda de su familia murieron y que sus cuerpos quedaron tan calcinados que no han podido ser identificados.
“Voy a volver al frente de batalla. Al menos ahí, puedo luchar. Aquí no sé con qué me enfrento”, dijo a la AFP el joven.
Un familiar de una víctima llora frente a una ambulancia.
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El Isis reivindicó el ataque, afirmando que uno de sus combatientes había hecho estallar un coche bomba cerca de una reunión de musulmanes chiitas, según el centro de seguimiento de grupos yihadistas SITE.
El atentado se produce una semana después de que el Isis perdiera la ciudad de Faluya frente a las tropas gubernamentales iraquíes apoyadas por la coalición internacional liderada por Estados Unidos.
El atentado demuestra que a pesar de los reveses sufridos en Irak y Siria, el Isis mantiene su capacidad operativa y es capaz de golpear lejos de sus bases.
Hace dos años, el Isis proclamó un califato en los territorios bajo su control de Irak y Siria, donde llegó a dominar hasta un tercio y la mitad del territorio, respectivamente.