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Messi por la Copa: Argentina golea a Croacia y es finalista en Qatar

  • 13 diciembre 2022 /

La Albiceleste goleó 3-0 a Croacia y jugará la final del Mundial de Qatar 2022.

Doha, Qatar.

Argentina y Lionel Messi prolongaron su sueño de ser campeones del mundo hasta la final de Qatar-2022, tras derrotar con un contundente 3-0 a la Croacia de Luka Modric en semifinales, este martes en el estadio de Lusail.

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Ocho años después de haber caído en la final de Brasil-2014 ante Alemania, la Albiceleste aspirará el domingo a lograr su tercera corona mundial después de las de 1978 y 1986. Su rival se conocerá el miércoles, tras la semifinal entre la defensora del título Francia y la revelación Marruecos.

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Lionel Messi abrió el marcador en el 34 con un penal cometido sobre Julián Álvarez, que marcó luego el segundo en el 39.

En la segunda mitad, Álvarez repitió (69), con una asistencia de Messi servida en bandeja de plata, para el 3-0 definitivo.

Messi y Julián Álvarez marcaron los goles en la victoria de Argentina.

A la espera de intentar emular el domingo a Diego Maradona levantando el trofeo más ansiado del fútbol mundial, Messi siguió sumando récord tras récord este martes.

Ver: Messi agranda su leyenda con Argentina

Jugó su partido número 25, igualando la plusmarca absoluta de las Copas del Mundo, que hasta ahora ostentaba en solitario el alemán Lothar Matthäus, al que dejará previsiblemente atrás con la gran final.

Messi acumula además ahora 11 tantos en Mundiales y es el argentino que más ha anotado en la historia del torneo, superando los 10 de Gabriel Batistuta.

Qatar-2022 es ya el Mundial donde más ha marcado de los cinco que ha disputado, con cinco dianas hasta el momento, lo que le permite igualar en lo alto de la tabla de anotadores con el francés Kylian Mbappé.

Un partido práctico, solvente, concreto y rotundo, que surgió en la mente de Scaloni planteó una emboscada a Croacia. Tan medida, en unos parámetros tan exhaustivos, que no lo intuyó su adversario. Ni siquiera Modric.

El 11 titular de Argentina que goleó 3-0 a Croacia por la semifinal del Mundial de Qatar 2022.

Fue perceptible. Atento en su medio campo, reforzado con la entrada de Paredes, Argentina sabía que tendría su ocasión, que en el fútbol que propone por el centro el conjunto croata surgiría el momento que le daría el recorrido y el espacio suficiente adelante con el que noquear a su oponente. Con celeridad.

Mientras Croacia jugó, precisó con la pelota, no cometió ningún error, jamás sintió lo que se le venía encima. Parecía que estaba jugando incluso a lo que quería. Que su proposición le permitía tener el encuentro controlado. Ni mucho menos. Una expresión ficticia sobre el terreno. La realidad la comprobó en cuanto se sumergió en el primer fallo. En un mal pase. En cuanto activó todo el plan de Scaloni; en cuanto Messi y compañía lo devoraron.

Cierto es que no tiró a portería hasta el minuto 25, cuando lo propuso Enzo Fernández desde lejos, o que el penalti sancionado por Daniele Orsato admite matices, incluso dudas, según la perspectiva desde la que se divise cómo chocó Julián Álvarez con Livakovic, en el duelo individual que había concedido de forma temeraria la defensa croata, con un espacio inconcebible para un semifinalista. También increíble para Argentina. Una invitación al gol.

La pena máxima, discutida y discutible, la transformó Messi, como siempre. Ni siquiera el desafío de tener enfrente a un guardameta espléndido en la destreza de los once metros achicó la determinación del ‘10’. Su potente zurdazo fue imparable. Para él. Y para cualquiera. Era el minuto 34. Emiliano ‘Dibu’ Martínez ni miró, girado hacia su portería, en la que tampoco había tenido -ni tuvo después- apenas inquietudes, salvo algún tramo puntual.

Lionel Messi se encargó de abrir el marcador .

El principio del fin para Croacia, que, cuando se enteró de la vorágine en la que él mismo se había metido, ya tenía el encuentro medio perdido. O del todo.

En un instante, cuatro minutos, Julián Álvarez surgió de nuevo al contrataque (de una falta lateral a favor de Croacia), para conducir, conducir y conducir desde su propio territorio. Su fe pudo más que el fútbol, afortunado en dos rebotes que lo pusieron delante de Livakovic. Gol. El 2-0.

El penal cobrado por Lionel Messi fue imposible de poder detener para el portero de Croacia.

Ya sobre el terreno, pero aún en los próximos días, Croacia dará vueltas en la búsqueda de una explicación muy simple a tanta desdicha: la efectiva visión de Scaloni para indagar, descubrir e incidir en el detalle justo, en el momento justo, en el lugar justo. No necesitó ni siquiera la versión entonces más desbordante de Messi, aunque sí la disfrutó después, sobrepasada la hora de partido, en el 3-0 que le transmitió a Gvardiol que es un jugador imparable, hasta para él. Que aún necesita mucho más para contener a un astro como él.

Lo encaró, lo giró y lo desbordó. Su posterior pase atrás (la asistencia que lo convierte también en el mejor de la historia de los Mundiales en esa estadística de Argentina) para el remate de Julián Álvarez dictó la sentencia definitiva: la Albiceleste jugará la final del domingo, con la convicción de que tiene las mismas opciones que su oponente, sea quien sea, para ser campeón. O incluso más, porque tiene a Messi. Y eso son palabras mayores.

El ‘10’ desea la Copa del Mundo. Ni récords individuales, como ser el jugador con más partidos ya de la historia de la competición junto a Matthäus, con 25. Ni elogios mundiales. Ni haber rebasado a Diego Armando Maradona en encuentros en el torneo. Ni haber alcanzado a Gabriel Batistuta como goleador. Ni nada más que ser el campeón el próximo domingo en el mismo estadio en el que este martes agrandó de nuevo a su Argentina.

Julián Álvarez siendo felicitado por Lionel Messi.

Porque la ‘Albiceleste’ actual no habría llegado hasta aquí, ni se lo habría planteado de verdad, de no tener en sus filas a un futbolista único, extraordinario, al servicio de un país que ha descubierto también el carácter y la pasión del ‘10’ en Qatar 2022, donde se ha multiplicado hasta el infinito y más allá con la camiseta argentina en la conquista del planeta de una vez por todas, para gritar a todos, bien alto, que puede y debe ganarlo todo.

Ya lo tiene a la vista. Es el domingo. No hay más. Contra Francia o Marruecos. En la final. ‘Su’ final. Porque ya no habrá mañana para él en el Mundial.

Luka Modric y su tristeza tras la eliminación de Croacia.

Es el todo o nada. Porque, a sus 35 años, el torneo en 2026 aparece tan borroso que es imperceptible para él. Una presión, un aliciente, la oportunidad que ha rebuscado durante una década y media, desde que en 2006, en Alemania, debutó un chico de 18 años, a punto de cumplir 19, para hacer historia.

No tendrá tal ocasión Luka Modric. Jamás ganará un Mundial. Pero ha dirigido hasta lugares impensables a la selección de croata, la subcampeona de 2018, la semifinalista de 2022, porque en su misma ruta no sólo estaba Messi, sino también Argentina y Julián Álvarez.

FICHA TÉCNICA:

Argentina: 3 - Argentina: Emiliano Martínez; Molina (Foyth, m. 86), Romero, Otamendi, Tagliafico; De Paul (Palacios, m. 74), Paredes (Lisandro Martínez, m. 62), Enzo Fernández, Mac Allister (Correa, m. 86); Messi, Julián Álvarez (Dybala, m. 74).

Los jugadores de Argentina celebraron a lo grande el pase a la final.

0 - Croacia: Livakovic; Juranovic, Lovren, Gvardiol, Sosa (Orsic, m. 46); Brozovic (Petkovic, m. 50), Kovacic; Pasalic (Vlasic, m. 46), Modric (Majer, m. 81), Perisic; Kramaric.

Goles: 1-0, m. 34: Messi, de penalti. 2-0, m. 39: Julián Álvarez. 3-0, m. 69: Julián Álvarez.