Día 1: Abogados, enfermeras y marroquíes entre los miembros del jurado en juicio de JOH

El juicio por narcotráfico contra el expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández (2014-2022), dio comienzo este martes 20 de febrero a las 8:30 am (hora de Honduras; 9:30 am, hora de NY) en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, Estados Unidos.

En horas de la mañana, un nutrido grupo de hondureños y periodistas de medios de comunicación fueron los primeros en llegar a las afueras de la imponente Corte estadounidense.

Antes de la hora oficial del inicio del juicio, a eso de las 9:15 am (hora local) fue Raymond Colon, abogado principal del equipo de defensa legal, quien se presentó al edificio judicial neoyorquino y fue abordado por periodistas hondureños.

En el trayecto, antes de ingresar a la Corte, Colón dio declaraciones y se mostró seguro de que su cliente (Juan Orlando Hernández) saldrá en libertad una vez culmine el juicio, que se prevé se extienda hasta por tres semanas.

“Cien por cierto, no hay duda”, fue la respuesta de Colon al ser consultado por periodistas. Por otro lado, se quejó porque, a su criterio, el juez Kevin Castel pudo otorgar más días de aplazamiento, pero, aun así, dijo que “estamos bien preparados para el juicio. Hay un buen ambiente en la defensa. El caso se va a definir por los hechos y la falta de pruebas”.

“¿Por qué un presidente va a promover la extradición si luego va a ser miembro de los cárteles?”, preguntó Colon y luego ingresó a las instalaciones de la Corte.

Posteriormente, se conoció que el equipo de defensa de Juan Orlando Hernández pidió una vez más un nuevo aplazamiento del juicio, no obstante, el juez Castel denegó la solicitud.

Luego, la Fiscalía peticionó incluir el testimonio de una mujer, cuya identidad no se conoce, pero se presume, a falta de confirmación, que se trataría de la esposa de Yulan Adonay Archaga Carías, alias “El Porky”, jefe de la MS-13; sin embargo, será Castel quien determine si esa prueba será incorporada al juicio.

También los fiscales del Distrito Sur de Nueva York insistieron en que al menos cuatro llamadas telefónicas en las que, supuestamente, jefes de la MS-13 se refieren a vínculos con Juan Orlando Hernández, se incluyan como parte de la carga probatoria contra el exmandatario.

Mientras la Fiscalía y los abogados hacían sus peticiones ante el juez Castel, Juan Orlando Hernández llegaba a la sala 26-B de la Corte del Distrito Sur de Nueva York a las 9:50 am (hora local). El expresidente llegó vestido con un traje oscuro, camisa blanca y corbata azul. En cuanto a su estado físico, JOH no ha perdido peso y su cabello luce lleno de canas.

Posteriormente, al filo de las 11:10 am (hora NY), el periodista Matthew Russell Lee, informó sobre el inicio de la selección del jurado y una breve reunión de los posibles miembros con el juez Kevin Castel.

Castel dio indicaciones a los candidatos sobre el proceso e indicó que “este es un juicio en el que se acusa a un hombre de haber cometido un delito. Disponemos de una gran sala de jurado”.

Y agregó: “Tenemos una nevera allí. Calculo que el juicio tardará entre dos y tres semanas en completarse. Si eso es una dificultad, por favor levante la mano.

Sin embargo, algunos participantes, que fueron llamados uno a uno por el juez Castel a la barra lateral del estrado, mencionaron que sería una dificultad estar más de 15 días en el juicio de Juan Orlando Hernández.

Seguidamente, al mediodía, el juez inició un proceso de entrevistas con cada uno de los candidatos, pero luego suspendió la reunión a las 13:20 pm y volvió a reanudarla a la 14:20 pm.

Kevin Castel interrogó a los participantes y les preguntó sobre drogas, armas de fuego y si alguna vez fueron acusados o arrestados en situaciones que involucran esos delitos o si sus familiares fueron víctimas de los mismos.

De su lado, los candidatos expusieron sobre su relación con las leyes, algunos señalaron ser notarios, músicos, contadores y otros revelaron que tienen parientes o amigos que ejercen en diversos ámbitos del derecho.

En el ocaso de la tarde, a eso de las 5:30 pm (hora local), el juez Castel concluyó con la selección y juramentó a los 12 miembros del jurado propietarios y a los seis suplentes.

El juicio del Juan Orlando Hernández se retomará a las 10:00 am de este miércoles 21 de febrero. En las primeras horas, se comenzará con los argumentos de la Fiscalía.

La selección del jurado significó la primera etapa del proceso judicial y su desarrollo se dio en privado, por lo que no se conoce ningún nombre de las personas que lo conforman, ya que es anónimo a solicitud de la Fiscalía.

El jurado se seleccionó de un grupo de 60 personas y está conformado por 12 miembros, elegidos de forma propietaria, y seis suplentes; 18 en total.

Se esperaba que el nombramiento del jurado se extendería hasta mañana miércoles, pero el juez Castel, de forma expedita, concluyó en su solo día con este proceso.

En tal sentido, para la jornada de mañana se prevén los primeros alegatos, presentación de pruebas, declaración de testigos, entre otras cosas.

Es preciso mencionar que la defensa de Juan Orlando Hernández solicitó al juez Castel no integrar en el jurado a aquellas personas con apellidos Hernández, Silvia, Meléndez, Maldonado y Soriano.

En el grupo de 12 personas que integran el jurado figuran abogados, enfermeras y hasta un ciudadano de origen marroquí. El papel crucial de estos 12 miembros se dará en la etapa final del juicio, ya que serán los encargados de dar un veredicto de culpabilidad o absolución en contra o favor del expresidente Hernández.

Ayer, lunes 19 de febrero, el expresidente de Honduras envió una carta pública al pueblo hondureño, la cual fue difundida por su esposa Ana García. En la misiva, JOH reiteró su inocencia ante los cargos de narcotráfico y mencionó una vez más que las acusaciones se basan en testimonios de capos hondureños, a los que extraditó y que ahora buscan reducir sus condenas.

“Esas acusaciones son falsas e injustas, llenas de mentiras construidas de manera novelesca con base en el testimonio de testigos colaboradores todos narcotraficantes confesos con acuerdos de negociación con la Fiscalía del Distrito Sur, quienes son capaces de decir cualquier mentira con tal de lograr su venganza contra mí y la reducción de sus penas, no pagar por sus crímenes contra cientos de hondureños y tener nuevas identidades para sus familias”, escribió horas antes del juicio.

El expresidente destacó que durante su mandato impulsó y logró un sistema de instrumentos contra el narcotráfico, entre los que se destacan la reforma constitucional para la extradición, la ley de incautación de bienes de origen ilícito, ley contra el lavado de activos, la reforma policial, la ley de protección a los espacios aéreos, la creación de la policía militar del orden público, la creación de la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC), y la Ley de Seguridad Poblacional.

Entre otras cosas, Juan Orlando Hernández denunció que la Fiscalía no cumplió los plazos establecidos por el juez Castel para la entrega de la información clasificada. En tanto, se quejó de que su defensa solicitó tres veces el aplazamiento de al menos 90 a 180 días del juicio para proteger sus derechos al debido proceso y a la asistencia efectiva de un abogado.

Cabe recordar que el pasado viernes, durante la audiencia CIPA (Ley de Procedimientos de Información Clasificada), el juez Castel autorizó la utilización de cierto material clasificado; sin embargo, impuso algunas restricciones al momento que el exmandatario o la defensa haga uso de la misma durante el desarrollo del juicio.

JOH podrá dar declaraciones sin mencionar nombres y sin hacer referencia a varios temas, es decir que el expresidente y los abogados tendrán que sustituir los nombres reales de las agencias norteamericanas, personas o eventos específicos, con los que el exgobernante se relacionó cuando fungió en la presidencia de Honduras.

Los abogados del exmandatario han señalado en repetidas ocasiones que las pruebas clasificadas referentes a operaciones y reuniones de Estados Unidos con su cliente (Juan Orlando) pueden ser útiles para revertir las acusaciones. Pero, si durante el juicio Hernández llega a incumplir con las sustituciones propuestas bajo la Sección 6 (c), el juez lo callará y permitirá que la Fiscalía lo objete.

El exgobernante hondureño, que fue capturado en Honduras el 15 de febrero y luego extraditado hacia Estados Unidos el 21 de abril de 2022, enfrenta a la justicia estadounidense que lo acusa por tres delitos asociados al tráfico ilícito de drogas.

La acusación formal detalla que desde 2004, hasta alrededor de 2022, el expresidente Hernández “participó en una conspiración corrupta y violenta de narcotráfico para facilitar la importación de cientos de miles de kilogramos de cocaína a los Estados Unidos”.

JOH, según las investigaciones de fiscales estadounidenses, “recibió millones de dólares para usar su cargo público, las fuerzas del orden público y el ejército para apoyar a las organizaciones de narcotráfico en Honduras, México y otros lugares”.

De acuerdo a la Fiscalía neoyorquina, Hernández Alvarado protegió a algunos de los mayores narcotraficantes del mundo, incluido su hermano y exdiputado del Congreso Nacional de Honduras, Juan Antonio “Tony” Hernández Alvarado.

Las acusaciones señalan que JOH proporcionó información confidencial militar y policial a los traficantes de drogas para ayudarlos a transportar toneladas de cocaína a través de Honduras con destino a los Estados Unidos; ordenó a miembros de la Policía Nacional de Honduras y del Ejército que protegieran los cargamentos de drogas mientras transitaban por Honduras.

La acusación fustiga que Hernández “como congresista, luego presidente del Congreso Nacional y, finalmente, presidente de Honduras durante dos mandatos, supuestamente recibió millones de dólares en ganancias de la cocaína que usó para enriquecerse, financiar sus campañas políticas y cometer fraude electoral mientras el pueblo de Honduras soportaba condiciones de pobreza y violencia desenfrenada”.

El Departamento de Justicia apunta que Hernández se asoció con el exlíder del Cártel de Sinaloa, Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, entre otros individuos. Apunta que, en 2013, mientras JOH hacía campaña para convertirse en presidente, aceptó aproximadamente 1 millón de dólares en ganancias del narcotráfico de Guzmán Loera.

El expresidente, según la imputación, también se asoció con el capo hondureño Geovanny Fuentes Ramírez. Entre las pruebas de la Fiscalía hay conversaciones y testimonios de reuniones entre Hernández y Fuentes Ramírez, quien lo habría sobornado para obtener protección y seguridad para sus actividades de narcotráfico.

Cargo I detallado: conspiración para importar sustancia controlada a los Estados Unidos desde un lugar fuera del mismo, así como fabricar y distribuir una sustancia controlada con la intención y el conocimiento que dicha sustancia sería importada ilegalmente a ese país. De igual manera, fabricar, distribuir y poseer con la intención y distribuir una sustancia controlada a bordo de una aeronave registrada en los Estados Unidos. (Conlleva una pena mínima de 10 años)

Cargo II detallado: usar o portar armas de fuego, ayudar e instigar al uso y el porte y la posesión de armas de fuego, a saber: ametralladoras y dispositivos destructivos durante y en relación con, o poseer armas de fuego, incluidas las ametralladoras y los dispositivos destructivos en apoyo de la conspiración de importación de narcóticos de la que se le señala en el cargo uno de la acusación de reemplazo y ayudar e instigar a la misma. (conlleva una condena mínima de 30 años)

Cargo III detallado: conspiración para usar o portar armas de fuego, incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos, durante y en relación con, o poseer armas de fuego, incluyendo ametralladoras y dispositivos destructivos, en apoyo de la conspiración de importación de narcóticos. (conlleva una pena máxima de cadena perpetua)

Juan Orlando Hernández, de ser hallado culpable por los tres cargos que le acusa la Fiscalía de Nueva York, podría ser sentenciado a cárcel de por vida (cadena perpetua), misma pena que purga su hermano “Tony” Hernández en la árida enigmática prisión de Victorville, ubicada en la periferia de Los Ángeles, California.

En un escenario no tan favorable y por lo implacable que ha sido la justicia estadounidense con capos hondureños enjuiciados, Hernández Alvarado recibiría una larga sentencia y por su avanzada edad, se equipararía a una cadena perpetua.

En otra posibilidad, impensada, JOH saldría en libertad solo si su equipo de abogados logra desvirtuar la enorme cantidad de pruebas que presentará el experimentado fiscal Damian Williams ante el juez Kevin Castel.

Cabe recordar, que junto a Juan Orlando también iban a ser juzgados simultáneamente el exdirector de la Policía Nacional de Honduras, Juan Carlos “El Tigre” Bonilla, y el exoficial Mauricio Hernández Pineda, pero estos se declararon culpables en la víspera del histórico juicio.

Hernández Pineda conocerá su condena en una audiencia que se realizará el 2 de mayo de 2024, mientras que el “Tigre” Bonilla lo hará el 25 de junio. Ambos personajes, vinculados en su momento a la estructura de seguridad del Estado de Honduras, jugaron un papel importante en la protección y trasiego de drogas cuando JOH fungía como presidente, según las investigaciones de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York.

No se descarta que, durante el desarrollo del juicio de Juan Orlando Hernández, los dos se sumen a declarar en contra del expresidente, buscando reducir sus condenas, en una clara negociación con la Fiscalía.

Se espera que algunos capos hondureños, ya condenados en EEUU, testifiquen en contra del exgobernante, entre ellos, podrían aparecer Fabio Lobo, Devis Leonel Rivera Maradiaga, Víctor Hugo Díaz Morales, alias “El Rojo”, Alexander “Chande” Ardón y Fernando Chang Monroy.