Testimonio de una mujer y llamadas telefónicas: temas claves en juicio de JOH

En el primer día del juicio contra Juan Orlando Hernández, además de la selección del jurado, se discutió la admisibilidad de pruebas entre el juez Kevin Castel, la Fiscalía y la defensa.

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Juan Orlando Hernández, expresidente de Honduras, en una fotografía de archivo.

mar 20 de febrero de 2024

Una mujer podría ser la testigo clave en el juicio contra Juan Orlando Hernández, expresidente de Honduras, acusado de narcotráfico por la Corte del Distrito Sur de Nueva York.

Luego de que los fiscales solicitaran al juez Kevin Castel que admitiera como prueba cuatro llamadas entre expolicía y jefes de la Mara Salvatrucha, se analiza ahora aprobar el testimonio de una mujer, quien sería crucial para validar las grabaciones.

Aunque no se ha dado conocer de manera oficial, la mujer que serviría de testigo es la esposa Alexander Mendoza, alias “El Porky, quien es un reconocido líder de la MS-13 en Honduras.

La defensa de Juan Orlando Hernández realizó una moción para que no se tuviera en cuenta el testimonio de la mujer, identificada como CW-1.

Cuáles son las llamadas

De acuerdo con los fiscales, las llamadas fueron interceptadas en el 2015 y son conversaciones de cabecillas como Alexander Mendoza, alias El Porky.

En ellas se menciona la supuesta vinculación del expresidente Juan Orlando Hernández en el narcotráfico. Esas grabaciones de llamadas fueron parte de las investigaciones que sirvieron para capturar y luego condenar por asociación ilícita al Porky, actualmente prófugo de la justicia.

Ahora podrían ser utilizadas como pruebas en el juicio en contra del expresidente Juan Orlando Hernández que inició este 20 de febrero. Esas grabaciones trascendieron en Honduras en febrero de 2020 y los mencionados nunca fueron investigados.

“Varios de los cómplices del acusado (JOH) hicieron declaraciones a testigos, o a otros cómplices en presencia de testigos, sobre la conspiración de narcotráfico, sus esfuerzos para protegerse a sí mismos y su operación de narcotráfico y sus intentos de aumentar su poder en Honduras a través de la corrupción y los sobornos alimentados con cocaína”, manifiesta el documento presentado por los fiscales estadounidenses días atrás.

Qué dicen las llamadas

La primera llamada fue Identificada como GX 403, se realizó el 5 de junio de 2015, entre el jefe de la MS-13, Yulan Adonay Archaga Mendoza, alias “El Porky”, y una mujer no identificada (“CC-1), en la se discutió que la presidencia del acusado no iba a durar mucho más porque había mantenido una conversación telefónica con “El Tigre” Bonilla, durante la cual se discutió que el acusado había recibido millones de dólares de parte de Héctor Emilio Fernández Rosa, alias “Don H”, y el cartel de los Valle Valle”.

Esta llamada es admisible como prueba, de acuerdo con los fiscales, porque en juicio demostrarán que “Bonilla y los Valle trabajaron con el acusado y sus co-conspiradores para traficar narcóticos a través de Honduras y hacia Estados Unidos y, a cambio, el acusado recibió sobornos de los Valle para su primera campaña presidencial”.

“La Fiscalía además tiene la intención de ofrecer pruebas de que la MS-13 y sus pandilleros ayudaron a proteger a los cómplices del acusado y sus actividades de narcotráfico. Por lo tanto, la actualización de Mendoza al CC-1 tenía claramente la intención de informar a un co-conspirador del progreso de la conspiración, y aconsejar CC-1 que la administración del acusado y la protección de sus actividades de narcotráfico pronto podrían llegar a su fin”, establece.

La segunda llamada interceptada es identificada como GX 404 y se materializó el 19 de junio de 2015 entre Mendoza y David Elías Campbell, otro jefe de la MS.

Durante la llamada Mendoza le dijo a Campbell, en suma y sustancia, “que el acusado había asignado un equipo policial de élite para intentar matar a un narcotraficante, Bayron Ruiz , quien había trabajado con el acusado y su hermano, Tony Hernández, para evitar que ese traficante fuera arrestado por las autoridades estadounidenses y potencialmente los expusiera si decidía cooperar contra ellos”.

Según la Fiscalía, “Mendoza proporcionó a Campbell una actualización sobre el estado de la conspiración; en particular, que el acusado había arreglado el asesinato de un narcotraficante en particular, Bayron Ruiz, para que no fuera arrestado y cooperara con las autoridades estadounidenses, exponiendo así al acusado y a su hermano, Tony Hernández, a responsabilidad penal”.

La tercera llamada es la GX 405 del 29 de septiembre de 2015, Mendoza, Campbell y otro cabecilla de la MS, Jairo Anwar Orellana (asesinado en una prisión en 2020), recibieron una llamada durante la cual discutieron que Los Cachiros estaban ahora bajo custodia en Nueva York y estaban jugando al “gato y el ratón” porque habían dado todas las “rutas” que “el presidente” les había dado como parte del “trato”.

La cuarta llamada es la GX 406 que se realizó el 18 de noviembre de 2015, Mendoza, Anwar y otros tuvieron una llamada en la que discutieron, en suma y sustancia, una ruta particular que podrían usar para enviar dinero y otros artículos en camiones a través de la frontera y afirmó que “El Tigre” Bonilla anteriormente había dejado cruzar la frontera “contrabando” por cinco mil dólares.

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