18/12/2025
09:20 AM

Una historia con elementos de novela de espionaje

Sexo, dólares, misterio. En las dos semanas que transcurrieron desde su fuga de la villa panamericana hasta su regreso a Cuba, los boxeadores Guillermo Rigondeaux y Erislandy Lara vivieron una historia digna de culebrones televisivos, y también con elementos de novelas de espionaje.

Sexo, dólares, misterio. En las dos semanas que transcurrieron desde su fuga de la villa panamericana hasta su regreso a Cuba, los boxeadores Guillermo Rigondeaux y Erislandy Lara vivieron una historia digna de culebrones televisivos, y también con elementos de novelas de espionaje.

Su desaparición en la noche del 21 de julio llevó al presidente cubano Fidel Castro a lanzar un airado ataque a las 'mafias' de Alemania y Estados Unidos que estimulan la deserción de deportistas de la isla con elevadas sumas de dólares.

Su regreso a La Habana el sábado 4 de agosto generó dudas sobre la legalidad de la deportación, dictada por el gobierno brasileño de Luiz Inácio Lula da Silva.

Entre uno y otro momento, mientras agentes de los servicios brasileños de inteligencia se dedicaban a buscarlos por todo el país y la promotora germana Arena Box Promotions anunciaba que ya los había fichado por cinco años y que habían abandonado Brasil, los dos cubanos visitaban, acompañados por prostitutas, ciudades playeras de la turística Región de los Lagos del Estado de Río.

Rigondeaux, bicampeón olímpico y mundial de los pesos gallo, y Lara, monarca mundial de welter, fueron detenidos el jueves 2 de agosto en la localidad de Praia Seca, a unos 100 kilómetros de la villa que abandonaron durante los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro.

Exhaustiva búsqueda

Ubicarlos allí no fue una tarea difícil para la policía.

Los dientes de oro de Rigondeaux, sumados al hecho de que ambos hablaban solamente español, serían ampliamente suficientes para identificarlos en una ciudad donde viven unas 80 mil personas.

Pero Rigondeaux y Lara también contribuyeron a que se les identificara. 'Estaban gastando mucha plata, se involucraron con muchachas y cada día cambiaban de hotel. Su conducta molestó a mucha gente', relató un agente de la policía militarizada que participó en su detención. A partir de ese momento, una nube de misterio pasó a rodear el caso.

Los dos boxeadores sólo sostuvieron contactos con las autoridades locales.

No concedieron entrevistas y rehusaron la ayuda de dos abogados enviados por la empresa germana.

En las menos de 48 horas que transcurrieron entre su detención y su regreso a Cuba, Rigondeaux y Lara permanecieron hospedados bajo vigilancia policial en un hotel del Estado de Río, cuyo nombre no fue revelado, presuntamente por razones de seguridad.

Arrepentidos

Según la policía federal brasileña, ambos aseguraron que estaban arrepentidos de su deserción.

Sostuvieron que fueron sedados por los empresarios, quienes los mantuvieron incomunicados durante todos esos días. Aseveraron, además, que su deseo era regresar a Cuba. Esa versión, sin embargo, genera dudas en Brasil. Dos días antes de su detención, los dos cubanos fueron ubicados por un reportero del diario O Globo en un hotel del balneario de Saquarema, donde ocupaban dos amplias habitaciones en las que se veían restos de cigarrillos y latas de cerveza. Según el periodista Gustavo Goulart, estaban acompañados por tres prostitutas contratadas a un costo equivalente a 100 dólares por día y otros tres hombres, dos extranjeros y un brasileño, que, al parecer, trabajarían para Arena Box Promotions.

Vestidos con escuetos trajes de baño, ambos recibieron al reportero 'como si estuvieran en su casa', abrazados a las prostitutas. Rigondeaux elogió a las mujeres brasileñas, 'son mucho mejores que las cubanas', dijo, y en tono de broma trató de enseñarle al periodista algunos trucos del boxeo.

Ese relato hace parecer que los dos cubanos disfrutaban de unas placenteras vacaciones mientras aguardaban los documentos provisionales que les suministraría Arena Box Promotions para su viaje a Alemania.

Fidel perdona a los boxeadores

Fidel Castro, quien el 23 de julio había acusado a Rigondeaux y Lara de 'traición' a Cuba, cambió de tono al enterarse de su detención, y aseveró que los dos boxeadores no serían arrestados cuando regresaran a la isla, tras haber desertado durante los Juegos Panamericanos.

Los púgiles en un principio fueron trasladados provisionalmente a una casa de visitas, donde pueden verlos sus familiares, tal y como lo dispuso Castro, anunció la televisión local, en lo que constituye la primera vez que Cuba admite a deportistas desertores.

'A estos ciudadanos no los esperan arrestos de ningún tipo ni mucho menos métodos como los que usa el gobierno de EUA en Guantánamo', señaló Castro.

Sépalo

Carreras
Rigondeaux era campeón olímpico de Sidney, en el 2000 y Atenas, en el 2004 en 54 kilos, y Lara, monarca mundial de los 69 kilos.

Amenazas
Las familias de los boxeadores recibieron amenazas por parte de Cuba, dijo el empresario Ahmet Oner al diario Folha de Sao Paulo.

Números

5 mil euros
Recibieron los boxeadores por parte de Arena Box Promotions y firmaron contrato por cinco años.

90 días
Duraban las visas otorgadas a todos los deportistas que participaron en los juegos de Río.

Brasil asegura que les ofreció asilo antes de deportarlos

El ministro brasileño de Justicia, Tarso Genro, aseguró que la Policía Federal, PF, ofreció asilo a los dos boxeadores cubanos que huyeron durante los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro en julio, antes de deportarlos, informó ayer el diario Folha de Sao Paulo.

'La Policía Federal, por mi determinación, hizo la oferta de asilo dos veces. Ordené que le dijeran a los muchachos cubanos que si querían refugiarse, se quedarían en Brasil sin problema alguno. Pero ellos dijeron que no, que querían volver a su casa', dijo Genro en Porto Alegre, citado por Folha.

La deportación de los boxeadores Guillermo Rigondeaux y Erislandy Lara, el domingo pasado a Cuba, provocó una tormenta política en Brasil, después de que senadores opositores y oficialistas cuestionaron el proceso.

Genro explicó que el gobierno, a través de la PF, cumplió la ley 'sin ningún tipo de presión de la administración cubana, como insinuó la oposición y asistido por un abogado de la Fiscalía de la República'. 'Los opositores quedaron nerviosos porque no secuestramos a los cubanos para hacer propaganda contra Cuba. No vamos hacer eso ni contra Estados Unidos ni contra Cuba', afirmó el ministro.

Criticó a los que piensan que 'nadie jamás quiere volver a Cuba' y opinó que esa visión es una 'tremenda bobada'.

El embajador de Cuba en Brasil, Pedro Mosquera, expresó telefónicamente el agradecimiento del gobierno de La Habana a Brasil 'por el tratamiento dispensado a los dos boxeadores', informó el asesor presidencial Gilberto Carvalho al diario O Estado de Sao Paulo. 'El presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien durante años defendió los derechos humanos, nos decepcionó al permitir que la maquinaria policial de su gobierno los entregue a un país del cual huyeron', denunció el lunes el senador opositor Heráclito Fortes, del partido Demócrata.

'Quisiera haber visto en entrevistas a los boxeadores con total libertad con la prensa brasileña. Me extrañó que no hubieran hecho declaraciones', dijo el senador oficialista Eduardo Suplicy, del PT.

Del caso

Triunfador
Rigondeaux era la máxima estrella del boxeo cubano y estaba considerado como el único púgil capaz de igualar la hazaña del legendario Teófilo Stevenson, tres veces campeón olímpico.

Ahora, tras regresar a Cuba sin la medalla dorada de los Juegos Panamericanos, lo único que le queda a Rigondeaux es el oro que lleva en los dientes.

Ausentes
La posible ausencia de Cuba en el Campeonato Mundial de boxeo de Chicago podría repercutir hasta en los Juegos Olímpicos de Pekín-2008, donde estaría en peligro el brillo del certamen, el reinado de la isla en el deporte de los puños y hasta su inclusión en la élite del medallero.

Las autoridades deportivas están analizando todas las variantes y estrategias posibles.

Relaciones
Los atletas desertores en los Juegos Panamericanos fueron deportados de Brasil, poniendo punto final a un caso que podría haber enturbiado la relación binacional. 'Es un tema sensible, porque Brasil quiere mantener sus buenas relaciones con Cuba', declaró el politólogo David Fleischer. 'En ese caso, la manera más fácil de devolverlos era deportándolos, ya que no tenían papeles', puntualizó.