La estadounidense Julia Gnuse empezó a tatuarse para cubrir cicatrices de ampollas en las piernas, sin imaginarse que terminaría con el 95% del cuerpo tatuado, informa ElComercio.com.
Julia, cuyo apodo es ahora “La Dama Ilustrada”, cuenta en su cuerpo con imágenes de dibujos animados, actores de Hollywood y escenas de la naturaleza.
Sobre el origen de su vicio por los tatuajes, la californiana explicó que le disgustaban las cicatrices que le dejaban las ampollas generadas por la porfiria, un mal que genera este tipo de reacciones cuando la piel se expone al sol.
Aseguró que al principio optó por tatuajes del color de su piel, pero luego optó por los multicolores. “Fue ahí que me enganché y me volví adicta”, comenta. Una adicción que ya la inmortalizó en el libro de los Récord Guinness.
