25/04/2024
05:59 AM

Terribles apagones 'tienen de correr” a los sampedranos

San Pedro Sula, Honduras.

Pese a que los constantes cortes de energía eléctrica de hasta más de ocho horas están provocando pérdidas y molestias a los pobladores, las interrupciones continuarán en San Pedro Sula.

La Empresa Nacional de Energía Eléctrica (Enee) aplica semanalmente más de tres suspensiones programadas de energía en diferentes sectores. Uno de los más afectados es el norte, adonde los habitantes dicen que no soportan más esta situación. “A veces se va (la energía) media hora, pero lo más frecuente son ocho horas; si no se puede cocinar porque no hay luz, hay que salir a comprar. Es otro gasto”, se quejó Osvaldo Alvarado, expresidente del patronato de la colonia Juan Ramón Molina.

Agrega que los cortes no programados también son un problema recurrente, ya que dañan los aparatos eléctricos como computadoras, televisores y refrigeradoras.

Pedro Portillo, quien se dedica a la topografía y es estudiante de Ingeniería Civil, opina que el crecimiento poblacional está causando una sobredemanda de energía que los sistemas obsoletos de la estatal no pueden suplir a cabalidad. “El sistema de distribución se vuelve lento, deben mejorarlo. Hay muchas colonias adonde la Enee no ha hecho un proceso de cambio en postes y cableado”, apuntó.

A las emprendedoras Sandra y Jossie Rivera, propietarias de un negocio de helados y una pulpería en la colonia Fesitranh, la falta constante del fluido eléctrico está dejándoles cuantiosas pérdidas.

“Para mí son peores los cortes, porque vendo helados y todos se me derriten, nadie compra ese día”, resiente.

Dice que en menos de dos semanas se le han perdido 20 litros de leche, una cámara de refrescos y una refrigeradora. “Lo que más busca la clientela son los frescos y nadie quiere comprar frescos calientes, entonces un día sin luz es pérdida de dinero”, lamentó.

Aunque el norte de la ciudad es uno de los más afectados, el centro de la ciudad también sufre las consecuencias de los cortes.

“Las ventas bajan cuando no hay energía; si el cliente quiere pagar con tarjeta, no se puede porque no funciona el POS y la mayoría ya no compra con efectivo”, explica Carolina Rodríguez, encargada de una tienda de ropa en el barrio El Centro.

Afectados

Efraín Rodríguez, presidente de la Asociación Nacional de Medianos y Pequeños Industriales de Honduras (Anmpih) en la zona norte, declara que los micro y pequeños empresarios son los que más sufren las interrupciones, porque no cuentan con plantas eléctricas para continuar la producción durante el día que se intervienen los sistemas.

Ya se acerca el Día de la Madre, una fecha de mucho movimiento comercial, debido a esto, emprendedores ya tienen pedidos que cumplir que se pueden atrasar de continuar los cortes, dice.

Las suspensiones de energía afectan simultáneamente el servicio de agua potable, ya que el 60% del suministro se abastece por medio de fuentes subterráneas y el 40% por fuentes superficiales.

Dina Bulnes, relacionista pública de la empresa Aguas de San Pedro, establece que cuando no hay energía la mayoría de abonados se quedan sin el vital liquido. “También nosotros somos afectados, porque no solo es que no haya luz, una vez que viene la energía, las bombas necesitan un nivel de voltaje para levantarse y hay que ir a revisarlas”. Luego de restablecerse la energía, el agua puede tardar hasta dos horas en llegar a las casas. Sectores como la Rivera Hernández y Satélite son abastecidas en un 100% por fuentes subterráneas.

Sandra Matute, jefa de relaciones públicas de la Enee, argumenta que algunas interrupciones se deben a la alta demanda del servicio que recalienta las líneas de transmisión y distribución de los circuitos que por sí solos se abren y causan los apagones. Otros son por trabajos de mantenimiento programados. Las interrupciones planificadas continuarán.

“Nosotros les damos más mantenimiento a las subestaciones, porque por años se dejó de invertir en la Enee”, dijo Matute.

Enfatiza en que con la millonaria inversión que hará el nuevo operador de distribución, en siete años se mejorará significativamente el servicio a los abonados.